Debemos pasar de una
visión de seguridad pública a una visión de salud pública y avanzar en el
debate: Encinas Rodríguez
Jueves, 10 Septiembre
2015
Durante la presentación
de la publicación regional el impacto de las políticas de drogas en los
derechos humanos: la experiencia del continente americano, el senador Alejandro
Encinas Rodríguez hizo referencia del fracaso rotundo de la política
prohibicionista, dijo que esta política se concibió para abatir la producción,
el tráfico, la distribución y el consumo de drogas en el país y en el mundo,
así como para contener a los grupos delictivos, sin embargo al paso de 50 años
ha aumentado la producción, el tráfico, el consumo y el empoderamiento de los
grupos delictivos vinculados al tráfico de drogas junto con un problema
asociado al incremento de la violencia y de la violación a los derechos
humanos.
El presidente de la
Comisión de Estudios Legislativos, Segunda recalcó que lejos de contener el
problema, se ha llevado a la militarización de nuestros países en el combate a
la delincuencia organizada la cual ha sido un fracaso.
Enfatizó que hoy ya no
es un problema de seguridad interior, ni de seguridad nacional, sino de
seguridad regional particularmente en la frontera sur de nuestro país en
colindancia entre México, Belice, Honduras, Guatemala y el Salvador zonas que
se han convertido violentas y a través de estas se trafica el 90% de la
cocaína.
Manifestó que esta falsa
guerra de combate a la delincuencia organizada no ha acabado ni desarticulado a
los carteles de tráfico de drogas, sino que ha permitido su multiplicación y la
diversificación de los delitos.
El legislador puntualizó
que hoy la delincuencia organizada no se dedica estrictamente al tráfico de
drogas, sino que este desmantelamiento de los carteles que llevo al surgimiento
de nuevos grupos delictivos, llevó también a que la delincuencia
organizada se empoderada territorialmente de las bandas delictivas en distintas
regiones del país y donde está manteniendo el control de todos los delitos: el
tráfico de drogas, la trata de personas, la extorsión de cobro de derecho de
pisos, el secuestro y un conjunto de delitos que a empoderado con mayor
capacidad de armamento y de recursos a la delincuencia organizada que ha
aprovechado muy bien para fortalecer el poder corruptor y ha llevado al
debilitamiento de las instituciones y a la descomposición de las instituciones,
no solamente de combate a la delincuencia, sino de todas las instituciones
públicas del país.
Agregó que se deben de
avanzar en nuevos enfoques para pasar de una visión de seguridad pública a una
visión de salud pública y avanzar en la posibilidad de establecer una nueva
política que no solamente reclasifique las drogas sino que también permita el
diversos usos de la cannabis en primer lugar, el uso médico y para la
investigación científica.
Subrayó que así como el
estado regula el consumo de alcohol, nicotina, de cafeína o mezcalina, pues
también tendrá que legalizar el consumo de la mariguana con distintos fines más
aun cuando científicamente se ha demostrado la eficacia de muchos medicamentos
derivados tanto de la amapola como de la mariguana.
Enfatizó que es una
verdadera infamia que niñas que sufren epilepsias convulsivas con 400 ataques
diarios por una medida burocrática no se permita por acciones humanitarias
enfrentar ese problema o que las dos terceras partes de los enfermos terminales
por cáncer o VIH Sida en este país no tengan este acceso a los paliativos
efectivos contra el dolor cuando somos uno de los principales países
productores.
Por último, el
legislador externó “si lográramos al menos dar un paso para la regulación
de las drogas en usos medicinales y para la investigación científica
estaríamos dando un paso importante para enfrentar problemas de enfermedades
graves que hasta ahora se han venido desarrollando”.
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