LA CONTAMINACIÓN
DE LOS SUELOS Y CUERPOS DE AGUA POR LAS EMPRESAS MINERAS, Y AHORA El FRACKING
HIDRÁULICO; SON EL RESULTADO DEL INTRERÉS PRIVADO SOBRE EL INTERÉS PÚBLICO, DE
LA OPACIDAD Y LA CORRUPCIÓN: ENCINAS RODRÍGUEZ
Sábado, 23 Agosto
2014
Cada día es más
común y preocupante enterarse de los desastres ecológicos que provocan las
empresas; principalmente las dedicadas a la minería, a la construcción, a la
generación de energía eléctrica, señaló el Senador Alejandro Encinas. Estos
desastres, provocan cambios muchas veces irreversibles en los ecosistemas. Esta
es abundó el legislador, es una de las amenazas más importante relacionada con
cambios en el uso del suelo ya que es un proceso por el cual un hábitat natural es transformado en un hábitat incapaz
de mantener a las especies originarias del mismo; provocando severos cambios es
la biodiversidad y el desarrollo sustentable.
Recordemos, hizo
hincapié el Senador Encinas que la comunidad científica ha advertido que el
ritmo de explotación de los recursos naturales es ya insostenible, porque los
recursos naturales no son infinitos. Las transformaciones a las que
sometemos a esos recursos para obtener energía, alimentos u otros productos
causan un impacto sobre la naturaleza y sobre nosotros mismos, haciendo
peligrar nuestra supervivencia.
Mencionó que
ejemplos referentes a la sobreexplotación de los recursos naturales, el impacto
en los pueblos originarios o en los pobladores aledaños a las zonas
contaminadas son innumerables, pero recientemente ha destacado el problema con
el Acueducto Independencia, cuyos planes para la construcción
y operación comenzaron en 2010, sin previa consulta o acuerdo con la etnia
Yaqui y sin considerar el decreto emitido en 1940, hechos que el Senador
Alejandro Encinas reprueba.
El Acueducto
Independencia pretendía transvasar alrededor de 60 millones de metros cúbicos
de agua de la Cuenca del río Yaqui desde la presa “El Novillo” a la Cuenca del
río Sonora. En el mismo año el proyecto fue sometido a la Manifestación de
Impacto Ambiental ante la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos
Naturales(SEMARNAT), y para 2011 la autorización estaba otorgada.
Ha pasado un año
desde que la Suprema Corte amparó a la Tribu Yaqui y reconoció la violación del
derecho a la consulta previa por parte de la SEMARNAT y pese a esta situación,
el acueducto Independencia se mantiene en operación usurpando importantes
volúmenes de agua que pertenecen a la Tribu Yaqui desde tiempos del presidente
Cárdenas.
En 1940 el
presidente Lázaro Cárdenas le otorgó al pueblo Yaqui el derecho al 50% del agua
existente en el caudal del río Yaqui. No obstante, en los últimos tiempos ante
los problemas de sequía que ha enfrentado el estado de Sonora, los
escurrimientos han sido utilizados para la agroindustria y para surtir a otras
ciudades, lo que representa un grave problema de acceso al agua para la Tribu.
A partir de entonces comenzó una batalla que ha
desencadenado en una guerra de odio por parte de las autoridades contra la
tribu yaqui, quienes han manifestado su oposición de diversas maneras y el
gobierno no ha sido capaz de entablar el diálogo, por el contrario, ha optado
por deslegitimar las razones de la tribu, formada por alrededor de 45.000
personas distribuidas en ocho pueblos y 56 localidades del noroeste de México, frente
a los otros ciudadanos.
De esta manera se
puede observar como la explotación de los recursos naturales es un problema
latente en países en vías de desarrollo, como el nuestro, en el cual desde
tiempos de la conquista se han registrado este tipo de atropellos y en donde
predomina el interés de obtener las mayores ganancias a pesar de la extinción y
la movilidad de pueblos enteros.
La explotación de
recursos es, sin duda, una de los nichos más importantes de opacidad, aquí la
consulta se vuelve molesta para las autoridades sobre todo cuando se tiene que
explicar el beneficio social, las posibles afectaciones, los daños que genera
un mega proyecto como el Acueducto Independencia y el impacto que tendrá al
medio ambiente, que resulta mucho menos importante que los millones de pesos
que generará su operación.
Sin embargo, el
Acueducto Independencia no es el único problema ambiental en el estado de
Sonora. Otra problemática enfrenta la empresa minera Grupo México, luego de que fueran
derramados 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico en los ríos Sonora y Bacanuchi
tras el desbordamiento de un represo de la mina Buenavista del Cobre del Grupo
México, hecho que ha provocado temor e incertidumbre entre la población
sonorense.
No es la primera ocasión que las actividades
mineras han dañado a las comunidades en el país y en particular en Sonora, sin
embargo Grupo México sigue sin reconocer que derramó 40 mil metros cúbicos
de ácido sulfúrico en los ríos Sonora y Bacanuchi; lo que ha provocado la
solicitud de apoyo de los alcaldes de siete de los municipios aledaños Sabemos
que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) presentó
una denuncia penal contra el complejo minero Buenavista del Cobre,
perteneciente a Grupo México. A la fecha las afectaciones a la población
no son sólo de carácter económico, el daño a la salud es lo más importante,
aseveró el legislador; ya que con la contaminación de los ríos, los pobladores
presentan quemaduras en la piel.
En los ríos contaminados se detectaron metales
pesados muy dañinos para la salud humana y los ecosistemas como arsénico,
cadmio, aluminio, hierro, manganeso, níquel y cobre en concentraciones
superiores a las permitidas por las normas oficiales nacionales e
internacionales. A esto se debe sumar la preocupante situación del estado ya
que Sonora es una de las entidades más áridas de México. El abastecimiento de
la capital, Hermosillo, ha provocado incluso un enfrentamiento entre las
autoridades estatales y la tribu Yaqui.
El norte de Sonora y hasta la región de Cananea es
considerada, por la Naciones Unidas, una de las regiones que más se verán
afectadas por las sequías que provocará el cambio climático.
Desafortunadamente, como sucede en la mayoría de estos desastres, lo que
prevalece es la impunidad y la protección de las autoridades a los grupos
empresariales.
Es importante mencionar que México es uno de los
países que cuentan con los instrumentos que permiten garantizar la protección
del ambiente, y los recursos naturales que lo componen. Dentro del sistema
jurídico mexicano, los instrumentos de la política ambiental se encuentran
previstos principalmente en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la
Protección al Ambiente, y comprenden, entre otros, a la planeación ambiental,
la evaluación del impacto ambiental y la ordenación ecológica del territorio.
No obstante la política ambiental se ejerce sin
considerar el daño real al medio ambiente y a los ecosistemas que dependen de
él. Esto hace necesario y urgente el establecimiento de mecanismos de control
para evitar que las acciones humanas generen más daños, es imperioso no sólo
implementar estos mecanismos de control, sino de ejecutar y garantizar la
efectiva aplicación de la política ambiental, mediante la imposición de una
serie de disposiciones jurídicas sancionadoras, que permitan mitigar los daños
causados por las empresas y las autoridades cómplices de los delitos contra el
medio ambiente, que ahora tendrá otro elemento que vigilar, me refiero al
fracking hidráulico, aprobado recientemente en las leyes secundarias de la
reforma energética, el cual requiere de la utilización de miles de litros de
agua para la obtención del gas shale; no obstante México sufre ya los estragos
de la huella ecológica, siendo los recursos hídricos los más vulnerables e
imposibles de sustituir, finalizó.
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