EL GOBIERNO DEL ESTADO DE MÉXICO BENEFICIA A EMPRESAS CONSTRUCTORAS QUE
AMENAZAN LA SUSTENTABILIDAD AMBIENTAL: ENCINAS RODRÍGUEZ
Martes, 10 Febrero 2015
El Senador Alejandro Encinas
Rodríguez, en reunión de trabajo, manifestó su solidaridad y compromiso de
trabajo con los indígenas otomíes defensores de los bosques que se ubican
en el Estado de México, al mismo tiempo que repudió las agresiones físicas
infringidas contra los indígenas que durante más de tres años han impedido
desarrollos inmobiliarios en territorio indígena, específicamente en la comunidad
de san Francisco Magú, municipio de Nicolás Romero.
El legislador por el Estado de
México abundó que el 8 de febrero de 2015 un grupo de 30 personas dirigidas por
Adriana Sobreyra Peña (hermana del alcalde del lugar, Martin Sobreyra Peña)
intentaron tomar la delegación municipal del pueblo de San Francisco Magú,
según refieren vecinos, esas personas de filiación priista trataron hacerse del
control de la Delegación Municipal y el Comité Local de Agua Potable de esta
población indígena, los cuales se han conducido bajo sistema de usos y
costumbres desde tiempos ancestrales; agrediendo y golpeando a las personas
indígenas que defienden su propio proceso de autodeterminación reconocida
en el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Cabe mencionar, señala el
Senador, que estas agresiones físicas y amenazas de muerte contra los indígenas
defensores de los bosques y del territorio, tienen como antecedentes la
negativa y el impedimento otomí desde 2013 para que la empresa Inmobiliaria Merket
Construcciones S.A. de C.V. desarrolle, apoyada por los gobiernos municipal y
estatal, un fraccionamiento de más de diez mil viviendas, con lo cual romperían
con el modo de vida semi rural de la población de Magú de apenas 15 mil
habitantes y sobre todo, arrebatarían la administración del agua a San
Francisco Magú.
Este intento, abundó el
Senador, de los gobiernos locales, estatal y federal llevó a una delegación
designada por autoridades tradicionales del pueblo Otomí a exponer ante al
relator de las Naciones Unidas James Anayala la amenaza a los derechos humanos
y a la diversidad que representa el Proyecto de Desarrollo Inmobiliario
“Bosques del Paraíso”.
Encinas Rodríguez comentó que
la importancia ambiental de la zona radica en el hecho de que actualmente el
bosque es un santuario de flora y fauna en el que se localizan al menos 11
especies registradas en la Norma 059 de la Secretaria del Medio Ambiente
(SEMARNAT). Es además una zona de recarga de los mantos freáticos de la región
de la Cuenca de Tepotzotlán.
Por su parte, Gabino Tercero
Nava, integrante del Frente de Pueblos Unidos “Sin Bosques no hay Paraíso”
denunció que el gobierno otorgó permiso para un proyecto que era para un
supuesto “aprovechamiento sostenible del bosque” pero que en realidad es un
permiso para talar y destruir”. “Resistimos al gobierno autoritario que aprueba
planes de supuesto desarrollo arrebatando nuestros recursos para otorgar
concesiones a grupos empresariales que buscan hacerse ricos con nuestro
patrimonio”, denunció el Frente.
El Senador Encinas señaló que
cuando la denuncia otomí llega a la sede de las Naciones Unidas es en un
momento en el cual representantes de diversos pueblos indígenas del mundo
resisten la privatización y venta de la naturaleza promovidas por diversos
mecanismos de la denominada Economía Verde. Entre ellos se menciona al pago por
servicios ambientales y los mecanismos sobre Reducción de Emisiones por
Deforestación y Degradación Forestal (REDD). Para la delegación otomí la
“compensación” propuesta por el proyecto “Bosques del Paraíso” genera
desconfianza y rechazo. Precisamente, la Alianza Mundial de Pueblos Indígenas y
Comunidades Locales sobre Cambio Climático en contra de REDD+ y por la Vida
denunció en la Cumbre de Río+20 que la Economía Verde es nada menos que el
capitalismo de la naturaleza. Enfatizó que se trata de un esfuerzo perverso de
las grandes empresas, las industrias extractivas y los gobiernos para convertir
en dinero, mediante la privatización, mercantilización, y venta de los recursos
naturales y todas las formas de vida, enfatizó el legislador.
Hizo hincapié en que este proyecto consideraba la
perforación de un pozo para la extracción de agua para consumo humano y la
apertura de cuatro carriles al interior del fraccionamiento. Asimismo, señaló
que dentro del mismo predio se encuentra la presa los pinos que abastece de
agua de riego y uso doméstico a las parcelas y casas del pueblo de San
francisco Magú. El agua es procedente del canal de Cuamantla, el cual en
noviembre 2012 fue concesionado por la Comisión Nacional del Agua (CNA), para
su aprovechamiento, a la asociación de usuarios de la aguas del Canal de
Cuamantla San isidro y Santa Rita A. C. conformada por cinco ejidos, entre
ellos el de Magú, San José El vidrio, San juan de las Tablas, Cahuacán, y
ejido de Nicolás Romero.
La afectación al
construir “Bosques del paraíso “ sería a los mantos freáticos y agua de
riego, la flora, la fauna, plantas medicinales, alimentos tradicionales, como
hongos silvestres, la cultura, espiritualidad, conocimientos
tradicionales de la comunidad otomí de San Francisco Magú. Terminarían con los
pocos pulmones del municipio de Nicolás Romero, del Estado de México y del país
Ante esta situación el Senador
Alejandro Encinas hace un llamado a todas las autoridades competentes en los
tres órdenes de gobierno a intervenir de forma urgente ante la delicada
situación que vive San Francisco Magú y en estricto respeto a los Derechos Humanos
de las personas y del Pueblo indígena de forma colectiva, garantizar la
integridad y la vida de los defensores amenazados, así como respetar sus
derechos indígenas, sus administraciones internas como la Delegación Municipal,
Consejo de Participación y su Comité Local de agua potable, todos revestidos de
un proceso de autonomía indígena.
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