POR MÉXICO HOY, MICHOACÁN
Sábado, 31 Octubre 2015
Compañeras y compañeros:
Me
da mucho gusto y considero una verdadera distinción, poder participar en esta
reunión de mujeres y hombres libres que queremos recuperar el rumbo de nuestro
país.
Instalar
el capítulo Michoacán de Por México Hoy tiene un gran valor emblemático para
nuestro proyecto. Más aún por las fechas con las que coincide.
Cuando
hablo de estas fechas no me refiero a la víspera de la celebración tradicional
del día de muertos, sino a que apenas hace unos días se celebró el 201
aniversario de la promulgación de la Constitución de Apatzingán y a que este
año se conmemoran los 200 años de la muerte del Generalísimo José Maria Morelos
y Pavón__aunque bien podríamos dedicar una ofrenda de
muertos al régimen político y al sistema de partidos políticos que ya han
fenecido, o quienes que pretenden resucitar el delito de disolución social y el
abuso de autoridad que representa la detención de maestros que han sido
enviados a un penal de máxima seguridad acusados de sedición, motín, asonada y
ataque a las vías generales de comunicación, cuando la autoridad ha sido
incapaz de combatir a delincuentes de alta peligrosidad, como el “Chapo” Guzmán__.
Michoacán
ha sido un protagonista fundamental en la historia del país. Cuna de
movimientos de resistencia, es el
caso dela cultura Tarasca-Purépecha al imperio mexica, y de mujeres y hombres
libertarios, como del siervo de la nación José Maria Morelos y de Lázaro
Cárdenas, el mejor presidente que ha tenido nuestro país.
Cuna
de la primera Constitución del México independiente, la del 22 de octubre de
1824 de Apatzingán, que planteó el establecimiento de un régimen republicano de
libertades e igualdad, que eliminó toda forma de esclavitud y estableció un
principio fundamental: la soberanía popular, donde el pueblo tiene en todo
momento el derecho de cambiar su forma de gobierno y a sus gobernantes.
Cuna
de Lázaro Cárdenas del Rio y del nacionalismo revolucionario. Cuna de
Cuauhtémoc Cárdenas, del Frente Democrático Nacional, del perredismo originario
hoy a la deriva, y de la primera transición a la democracia en el México
contemporáneo.
Por
ello, no es casual ni mera coincidencia que las dos primeras entidades donde se
han instalado los primeros capítulos de Por México Hoy, sean Guerrero y
Michoacán, referentes básicos de la lucha social y de las transformaciones
políticas en el país.
Por
eso estamos hoy aquí. Por México y Por Michoacán Hoy. Hoy cuando la política
nacional, los partidos políticos y las instituciones públicas atraviesan por
una crisis en la que no acaban de encontrarse a sí mismos, y son incapaces de
responder a los profundos cambios que nuestro país ha registrado en su realidad
social, política y cultural.
Por
ello, insistimos que es momento de hacer una reflexión profunda para renovar
nuestro pensamiento y nuestras formas de actuar para construir un nuevo
paradigma que permita articular una nueva fuerza ciudadana.
Repensar
lo que han sido y lo que pueden ser nuestra sociedad, las izquierdas y el
movimiento progresista, sumidos hoy en titubeos respecto a su identidad
política ante la ausencia de un proyecto alternativo de nación, claramente
diferenciado de la derecha neoliberal, la cual continúa imponiendo la hegemonía
de una ideología que desmantela las redes de seguridad del Estado de bienestar,
imponiendo la individualización, y con ello la soledad, la desconfianza, la
inseguridad y, al más cruel de los tiranos: el miedo.
El
pragmatismo que ha imbuido a las fuerzas progresistas en la búsqueda
infructuosa de un mal entendido centro político, ha conducido a mimetizar sus
planteamientos con las políticas conservadoras, sin detenerse a evaluar
autocríticamente cómo el pragmatismo ha dilapidado su identidad y el respaldo
social que habían construido.
Si
bien debemos asumir que la crisis de las izquierdas y del movimiento
progresista, forma parte de una crisis mayor: la crisisde la política. Los
poderes económicos han alcanzado el predominio sobre el poder público,
subordinando y corrompiendo al Estado y a sus instituciones, y desacreditando
la política ante la ciudadanía; también tenemos que asumir que la brecha
política ideológica entre derechas e izquierdas se ha venido reduciendo
en la percepción social, cuando la desigualdad estalla en toda su dimensión.
Los
profesionales de los medios de comunicación insisten en que la atenuación del
contraste entre las distintas ideologías y partidos es normal; que es un claro
indicio de normalización de la política y del tránsito firme de una izquierda
moderna que pasa de la adolescencia a la madurez, y del entusiasmo ideológico a
una nueva visión institucional.
Sin
embargo, la fuerza de los medios no ha logrado disipar la indignación social
ante la descomposición de las instituciones públicas ni ante el divorcio de la
política con las preocupaciones ciudadanas.
Nuestra
democracia ha sido erosionada en sus valores fundacionales y en sus mecanismos
de funcionamiento por los procesos de atomización y por la disolución de los
límites entre la esfera pública y la esfera privada.
De
ahí la necesidad de impulsar una reconfiguración de nuestra limitada democracia,
fortaleciendo el concepto de ciudadanía, erradicando las desigualdades
sociales, para que hacer de la libertad una realidad de todos. Se trata de
acabar –como dice José Antonio Pérez Tapias- con el “arriba” oligárquico
y el “abajo” excluido.
Es
necesario promover una visión crítica de la realidad social, como una opción
ética de justicia, de libertad, de igualdad, para construir una sociedad digna
y más humana.
Ello
requiere recuperar nuestra voluntad y compromiso para articular nuevas formas de
participación y organización social democrática. Definir una propuesta política
contrapuesta al proyecto neoliberal, que permita transformar nuestros ideales,
nuestros sueños y nuestras utopías en un potencial de rebeldía capaz de
recuperar la esperanza y transformar la vida de la población mexicana.
En
política, se es lo que se hace, y por ello debemos actuar en consonancia con
nuestras aspiraciones e ideales. No podemos renunciar a discrepar ni a impulsar
una acción colectiva transformadora.
En
el lamentable momento que atraviesa el país, cada día es más difícil
distinguir las diferencias ideológicas entre lo que debería ser el
pensamiento liberal de las izquierdas y las fuerzas progresistas y el
pensamiento conservador, ya que el conflicto y la confrontación entre éstos, no
está ya relacionado con los temas centrales de la política o la lucha
ideológica, sino en su lucha por las migajas del poder.
Nos
encontramos ante un cambio de época, en el que prevalece en el imaginario
popular, la convicción de que no existen fronteras políticas y morales entre
los partidos, donde todos son iguales y todos representan lo mismo, lo que nos
abre un campo propicio para la formación de nuevas formas de acción y
organización, para construir agrupaciones versátiles y transversales unidas en
torno a ideas, causas comunes, la solidaridad y la aspiración de justicia.
Eso
es lo que buscamos en Por México Hoy; Por Michoacán Hoy. El reencuentro de las
causas sociales con procesos de organización y solidaridad desde los territorios,
que permitan el empoderamiento de los ciudadanos de los asuntos públicos y la
reivindicación de la política como una actividad digna para atender las
aspiraciones ciudadanas y superar la adversidad. Perder el miedo y lograr que
la sociedad asuma las riendas de su propio destino, recuperando la esperanza de
un futuro común.
Desde
Michoacán y desde cada rincón del país lo hemos de construir.
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