Daños ocurridos por fenómenos
meteorológicos, asunto de omisión y de negligencia: Encinas Rodríguez
INTERVENCION EN TRIBUNA
24 de septiembre de 2013
Intervención en tribuna del
senador Alejandro Encinas Rodríguez, del Grupo Parlamentario del PRD, para
hablar sobre el punto de acuerdo referente a los daños ocurridos a consecuencia
de los fenómenos meteorológicos “Ingrid” y “Manuel”.
Alejandro Encinas Rodríguez, AER: Muchas gracias. Difícilmente uno podría estar
en contra de este punto de acuerdo, si además suma seis proposiciones que habrá
de subirse en este pleno, cuando se señala que la Secretaría de Gobernación
haga la declaratoria, se solicita haga la declaratoria para liberar los
recursos del Fondo Nacional de Emergencias, también sería absurdo estar en
contra de que se convoque a la Secretaría de Salud a que se redoblen esfuerzos
interinstitucionales para impulsar las medidas adecuadas para evitar epidemias
y enfermedades que puedan derivar del desastre.
Como también, pues nadie puede estar en contra de que la Procuraduría Federal
del Consumidor tome las medidas necesarias para frenar la especulación respecto
a los alimentos y otros insumos básicos que requiere la población damnificada.
Sin embargo, creo que el punto de acuerdo es profundamente limitado. Yo no sé
por qué el Senado de la República ha plateado autocensurarse o autolimitarse
frente a la profunda gravedad que ha significado estos siniestros, derivados,
sí, de un fenómeno metereológico, pero derivados fundamentalmente de la falta
de previsión, de las acciones que el propio hombre ha usado para penetrar su
entorno, pero fundamentalmente de las omisiones en cuanto a las responsabilidades
que corresponden a la autoridad.
En este país existen protocolos para atender situaciones de contingencia.
Cada años, en la temporada de lluvias prevé que entre los meses de mayo y
octubre se presenten tormentas, ciclones, huracanes y ha existidos ya en
diversas ocasiones experiencias que han permitido diseñar un programa para
enfrentar esos siniestros.
Entonces la pregunta es: ¿Por qué un huracán y una tormenta tropical causó la
devastación y muerte de decenas de mexicanos en la mayor parte de los estados
del país? ¿Por qué el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe
Fuentes Espinoza, no dio la alerta a tiempo? ¿No reaccionó con oportunidad,
sino 48 horas después de que la Comisión Nacional del Agua diera a conocer el
riesgo que enfrentaba la población.
Aquí tengo el boletín de prensa emitido en 13 de septiembre de 2013 a las 16
horas, donde la Comisión Nacional del Agua señala que la depresión tropical
número 13 se fortaleció esta tarde para convertirse en la Tormenta Tropical “Manuel”,
el índice de peligrosidad, señala, se mantiene como moderado y la zona de
alerta se prolonga de Acapulco, Guerrero, a Punta San Telmo, Michoacán, y se
estima que se ubicará cerca de dicha zona de alerta hacia la tarde del sábado y
las primeras horas del domingo. El sábado, dice Conagua, podrán registrarse
precipitaciones torrenciales en zonas de Oaxaca y Guerrero y hasta intensas en
el Distrito Federal, Morelos y otras partes.
Eso fue el día trece a las 16 horas. Unas horas más tarde del mismo 13 de
septiembre, a las 22:30 horas, cuando el director del Fonden, José María Tapia
Franco andaba de parranda en las vegas cantando con mariachi allá en el hotel
Encore, en el restaurante Nisumi, la Conagua saca otro boletín de prensa, donde
dice: Las tormentas tropicales “Ingrid” y Manuel” localizadas en ambos océanos
continúan generando lluvias torrenciales en algunas partes del país y,
advierte, se esperan lluvias que podrían alcanzar niveles históricos superiores
al de los últimos años en gran parte del litoral del Golfo de México y en el
Pacifico Sur.
Dice: Los dos sistemas ciclónicos “Ingrid” y “Manuel”, ambas como tormentas
tropicales, seguirán provocando lluvias en nivel de torrenciales especialmente
en el sur, el sureste y la vertiente del Golfo de México.
Al día siguiente, el 14 de septiembre a las 11 horas, Conagua volvió a emitir
otro boletín, donde advertían que “Ingrid” se convertía en huracán y que la
combinación con la tormenta tropical “Manuel” no se descartaba que fuera a
encontrarse en distintas zonas del país.
Y no fue sino hasta la noche del domingo 15 de septiembre cuando el coordinador
nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Luis Felipe
Fuentes, convocó a los integrantes del Comité Nacional de Emergencias a fin de
anunciar una situación de alerta y de emergencia. 48 horas después de que fue
dada la alerta por la Comisión Nacional del Agua.
Yo creo que aquí hay un asunto al requerimiento de información, ¿para qué le
queremos pedir a la Conagua que nos informe que hizo?, si ya sabemos, aquí
están los boletines que emitió y no tenemos porque preguntar a la Comisión
Nacional de Protección Civil qué hizo, porque ya vimos que fue omisa y retraso
la declaratoria 48 horas para atender una situación que hoy se ha convertido en
una desgracia.
No se necesita ser científico para conocer estos problemas. El propio centro de
atención a huracanes del gobierno de los Estado Unidos establecido en Miami, da
a conocer las imágenes la magnitud del fenómeno.
Esta imagen es del 12 de septiembre, cuando ya estaban entrando en tierra las
dos tormentas tropicales, y ésta del 13 de septiembre cuando se sumaron las
dos, tanto el huracán “Ingrid” como la tormenta tropical “Manuel”.
Aquí es un asunto mayor. Es un asunto de omisión y de negligencia, de
negligencia criminal porque en lugar de haber estado desalojando a los
profesores del zócalo, festinando el grito y no distrayendo al ejército para
que desfilara el 16 de septiembre, se dejó en situación de indefensión a la
población civil a la cuál no fueron capaces de darle siquiera una señal de
alerta para tomar sus previsiones.
Ese es el problema y ahora se trata de tapar el pozo una vez ahogado el niño,
sin asumir las responsabilidades de los funcionarios que provocaron esta
desgracia tenga estos resultados tan lamentables para el país.
Muchas gracias.
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