Aval y simulación
Alejandro Encinas Rodríguez
El Universal
24 septiembre 2013
El debate en torno a la llamada Reforma Hacendaria
presentada por el Ejecutivo federal ha puesto en evidencia el fracaso de la
política económica instrumentada por el actual gobierno, donde prácticamente
todos los indicadores económicos van a la baja. Tan sólo durante el primer
semestre de este año, la economía creció apenas en uno por ciento, por lo que
los pronósticos más optimistas han reducido las expectativas de crecimiento
económico para este año apenas 1.5 por ciento. La industria de la construcción
se desplomó en 3.5 por ciento; las ventas al mayoreo registraron una caída del
6 por ciento y el poder adquisitivo de los salarios disminuyó10 puntos.
Se ha puesto énfasis en que la intención de
establecer el IVA a las colegiaturas, las hipotecas, la renta y venta de
viviendas, incluidas las de interés social, así como a los viajes en autobuses
foráneos, entre otros rubros, no propiciará crecimiento económico,
desincentivará la inversión y deprimirá la capacidad de consumo de la clase
media y de los sectores populares, en tanto se mantienen prácticamente intactos
los privilegios fiscales de los que gozan los grandes corporativos
empresariales, que para este año podrían alcanzar los 600
mil millones de pesos.
Si bien todo esto es cierto, ha quedado fuera del
debate un aspecto nodal contenido en estas iniciativas: el régimen fiscal que
se propone para Pemex, ya quela propuesta da por sentadala aprobación a la
modificación alos artículos 27 y 28 de la Constitución,al estableceren la
exploración y extracción de hidrocarburos los contratos de utilidad compartida;
la desaparición de la Comisión Nacional de Hidrocarburos y el que la Secretaría
de Energía podrá contratar a un comercializador, que bajo la figura de entidad paraestatal,
podrá prestar servicios de recolección y venta de hidrocarburos.
Plantea además que se creará un Fideicomiso de
Administración y Pago, en una institución de la banca de desarrollo, para
la administración de los ingresos derivados de los contratos de utilidad
compartida, así como del pago de las contraprestaciones a Pemex, transfiriendo
así a la Secretaria de Hacienda facultades que corresponden a Pemex, anulando
cualquier tipo de autonomía presupuestal a la empresa, lo cual redundará en la
falta de recursos para su desarrollo y crecimiento.
Se propone además, que de los ingresos obtenidos de
loscontratos de utilidad compartida, el comercializador entregará al
Fideicomiso los ingresos derivados de la venta de la producción,
descontando el pago de sus servicios, conforme a los contratos de venta y
recolección. Cada periodo contractual, el Fideicomiso entregará al Gobierno
mexicano el porcentaje de la utilidad operativa que le corresponda y a Pemex o
sus organismos subsidiarios la contraprestación respectiva, integrada por
un porcentaje de la utilidad operativa y los costos, gastos e inversiones. Para
ello, la SHCP determinará el porcentaje de utilidad operativa para Pemex y para
el Estado, proponiendo un régimen especial de deducciones para el pago del
ISR hasta por el 100 por ciento en las inversiones para
exploración, recuperación secundaria y mantenimiento.
Se propone también derogar un capítulo de la Ley
Federal de Derechos para dar facilidades al régimen fiscal para que la
explotación de hidrocarburos se realice mediante asignación, así como abrir
nuevos organismos subsidiarios, los que podrán realizar negociaciones oficiales
y la contratación de financiamientos externos y obligaciones de deuda en moneda
extranjera, fragmentando más a la paraestatal y eliminando la expectativa de
hacer de Pemex una empresa integrada.
Por ello resulta, por decirlo menos, absurdo e
irresponsable que los perredistas que participan en el Consejo Rector del Pacto
por México festinen esta propuesta del Ejecutivo federal, que si bien gracias a
la presión popular eliminó por el momento –así lo dijo Peña Nieto- la propuesta
de generalizar el cobro del IVA a alimentos y medicinas, avale de facto la
reforma energética y la privatización de Pemex que dicen combatir. O no leyeron
las iniciativas o peor aún, son tantos los compromisos asumidos que se guarda
silencio, se simula oposición y se avala de facto las reformas privatizadoras.
Senador de la República
No hay comentarios:
Publicar un comentario