Una reforma política para alcanzar la autonomía y
tener una ciudad con facultades y derechos plenos: Encinas Rodríguez.
Miércoles, 13
Noviembre 2013
Durante el Foro
sobre la reforma política y sus repercusiones en los derechos de los
capitalinos organizado por el Comité Ejecutivo Estatal del PRD DF, el senador
Alejandro Encinas Rodríguez, externó “el debate que estamos llevando adelante
en materia de reforma política en el Distrito Federal, es un tema que realmente
no es nuevo en la discusión, lo que estamos debatiendo de nueva cuenta al igual
que en 1824, cuando se estableció la primera constitución de la República, es
alcanzar la autonomía política del Distrito Federal y que los habitantes de la
Ciudad y que el gobierno capitalino dejen de ser ciudadanos de segunda clase y
que tengan al igual que todas las mexicanas y todos los mexicanos los mismos
derechos, las mismas prerrogativas y las mismas obligaciones independientemente
de que aquí y en esta entidad se mantenga la sede de los poderes federales”.
Señaló “desde 1824
la discusión estuvo girando entorno por el hecho de ser sede de los poderes
federales podría establecerse una entidad con facultades plenas y en esta
discusión hemos transitado por muchas experiencias que permitieron
incluso en algún momento delimitar a lo que era la sede de los poderes
federales aquí en el territorio del Distrito Federal, aún perímetro de
dos leguas a la redonda de Palacio Nacional y que con ello, permitió que
tuviéramos en algún momento gobernador del Distrito Federal y Ayuntamientos
establecidos al igual que también otro municipio del país, pero en la medida
que fue creciendo la Ciudad y convirtiéndose en el centro político, económico,
cultural, financiero, industrial del país, empezó a presentarse un conflicto
entre poderes, que llevó en los años 30 en el siglo pasado a la disolución de
los Ayuntamientos a la creación de una figura de departamento del Distrito
Federal, a la creación de Delegaciones, en donde se concibió al Distrito
Federal, más allá de ser sede de los poderes políticos en la ciudad del
presidente”.
Externó “dentro de
un régimen presidencialista esta ciudad prácticamente fue conculcada de todos
sus derechos y se impuso la facultad del Ejecutivo para designar a un Jefe de
Departamento del Distrito Federal para que este mismo pudiera designar a los
jefes delegacionales de las distintas demarcaciones territoriales, a partir de
entonces hemos mantenido un debate que a lo largo del todo el siglo pasado
también estuvo vigente”.
El senador
Alejandro Encinas recordó los debates de Lombardo Tolerano para lograr la
autonomía del Distrito Federal.
Manifestó “desde
el primer momento que la izquierda arribó por primera vez a la Cámara de
Diputados en 1979, uno de los temas centrales fue lograr la autonomía y el
establecimiento derechos plenos para la Ciudad”.
Subrayó “tengo muy
presente, como el primer grupo parlamentario de la coalición de izquierda
integrado por el Partido Comunista Mexicano y otras organizaciones, presentó
conjuntamente con el Partido Acción Nacional una iniciativa que presentó
Arnoldo Martínez Verdugo, para el establecimiento del Estado XXII, que como
estaba previsto en la constitución ante la eventualidad de que se cambiara la
sede de los poderes federales se pudiera establecer el Estado de la Nahuatl”.
El senador Encinas
Rodríguez comentó que desde 1979-1982 es un debate que ha estado presente
y que ha ido teniendo distintas modificaciones, señaló.
La primera de
ellas, resultado no solamente de luchas políticas y democráticas, sino
particularmente la gran insurgencia cívica que vivió la ciudad de México en los
sismos de 1985, donde fue rebasada por la propia sociedad a la autoridad del
departamento y otras acciones ciudadanas el plebiscito que se llevó a cabo el
21 marzo de 1993 viviendo la democratización de la ciudad, fue habiendo
paulatinamente y de manera gradual la posibilidad de elegir a nuestras autoridades.
La primera figura,
hay que recordarla fue la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, que
sin ser un órgano legislativo empezó asumir facultades de permitir reglamentos
y disposiciones de carácter administrativo más no de gobierno de la ciudad y la
gran modificación que permitió en 1997, la elección por primera vez, de un Jefe
de Gobierno del Distrito Federal y darle el rango de Asamblea Legislativa a la
Asamblea de Representantes.
Dejó en
claro que fue una transformación muy importante ya que permitió el arribo
de la izquierda en la gestión de un gobierno local, por lo que
todavía esa figura ha mantenido acotada muchas de las atribuciones de la
autoridad local y mucho del ejercicio de los derechos de los ciudadanos.
Señaló “otro de
los avances democráticos ya siendo gobierno en el año 2000 fue la
elección por primera vez, de los jefes delegacionales”.
Recalcó “en estas
restricciones se ha mantenido muchas limitaciones a los distintos órdenes de
gobierno en el caso de la Asamblea Legislativa, no tiene la atribución para
emitir una constitución política para el Distrito Federal, el estatuto jurídico
que rige actualmente al Distrito Federal es el estatuto de gobierno que deriva
del art. 122 constitucional y que es un estatuto que aprobó el Congreso de la
Unión, otras restricciones que tiene la Asamblea Legislativa como es el que no
tiene la facultad para autorizar el techo de endeudamiento del gobierno de la
ciudad, como sucede con la Jefatura de Gobierno que no alcanza a tener el rango
de gobernador y hay algunas restricciones en sus atribuciones como es la
intervención del Ejecutivo Federal en el nombramiento y designación del
Procurador de Justicia del Distrito Federal, y del Secretario de Seguridad
Pública entre otras”.
Señaló “al no
tener una constitución prevalece una administración centralizada donde hay
delegaciones con un gobierno unipersonal que no tiene las atribuciones de los
municipios del país y que tiene facultades acotadas, porque se mantiene una
administración central en donde no tienen las mismas facultades (los presidente
municipales, los jefes delegacionales) porque de ellos no dependen la seguridad
pública, ni las políticas ambientales, ni la distribución del agua potable, en
muchos casos se dedican a administrar y otras en la concentración del poder muy
por encima del interés de los ciudadanos”.
Por último destacó
que esta ha sido de manera breve la historia a lo largo de los estos 190 años
de lo que fue la primera constitución de la República Mexicana al debate que se
tiene al día de hoy, en el Senado de la República respecto a la reforma
política del Distrito Federal.
Concluyó con dos
planteamientos:
1.- El histórico,
el que se ha defendido en la izquierda, que es la creación del Estado XXII, que
este en las mismas condiciones que el resto de las entidades federativas.
2.- Que se
reconozca a la ciudad como una ciudad autónoma que independientemente de ser
una sede de los poderes federales, pueda tener un carácter jurídico que le
permita gozar de una constitución política plena y que pueda ordenar de manera
autónoma su régimen interior.
Aseveró lo
importante es avanzar en nuevas formas de gestión metropolitanas donde en está
coordinación se implicaría la creación de una especie de autoridad
metropolitana con funciones, facultades, programas y recursos para hacer obra e
infraestructura y prestación de servicios en la zona metropolitana del Valle de
México.
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