Peña Nieto y el Sistema nacional de Transparencia, acceso a la información y Protección de Datos Personales, Saludar con sombrero ajeno: Encinas Rodríguez
Lunes, 22
Junio 2015
El día de mañana se instalará el Consejo Nacional
del Sistema Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de
Datos Personales, en un evento que será presidido por el titular del Ejecutivo
Federal, Enrique Peña Nieto y Virgilio Andrade, Secretario de la Función
Pública, en el cual el Ejecutivo presentará este tema como uno de los logros de
su gobierno.
El senador Alejandro Encinas recordó que la
creación de éste Sistema Nacional es resultado de un esfuerzo legislativo sin
precedente, en el que legisladores de distintos grupos parlamentarios,
representantes de la sociedad civil y de los órganos garantes, alcanzaron un
consenso a pesar de los obstáculos y resistencias del Ejecutivo Federal, quien
en febrero de este año, a través de la Consejería Jurídica de la Presidencia,
encabezada por Humberto Castillejo, envió al Senado de la República 88
modificaciones al proyecto de dictamen de la Ley General de Transparencia y
Acceso a la Información Pública que pretendían diluir el espíritu de la reforma
al artículo sexto constitucional y revertir los avances alcanzados, lo que
gracias a la presión de las organizaciones civiles y la actitud firme de los
legisladores involucrados, no prosperó.
La nueva Ley y el Sistema Nacional que ésta
establece, vienen a replantear las viejas inercias de las políticas públicas,
en cuanto al manejo, acceso y garantía que debe de brindar el Estado mexicano
para que todos los ciudadanos puedan acceder a toda la información pública
y ejercer libremente su derecho.
La modificadas planteadas por el Ejecutivo Federal
pretendían:
Imponer cambios drásticos a la legislación
secundaria, como la reducción de facultades al Instituto Nacional de Transparencia,
Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) para resolver
impugnaciones.
Eliminar la posibilidad de que el INAI determinara
la apertura de información relacionada con violaciones graves a los derechos
humanos y delitos de lesa humanidad, y que el Instituto no pudiera exigir a los
sujetos obligados la generación o reconstrucción de información o, en su caso,
exigir a los sujetos la prueba de daño que justificara la reserva de
información por asuntos que pusieran en riego la seguridad nacional.
En el artículo 104 la iniciativa para crear la Ley
General de Transparencia, referente a la prueba de daño sostiene que un ente
puede negar acceso a la información en caso de que compruebe que la divulgación
de dicha información representa un riesgo real a un “interés legítimo de
seguridad nacional”.
Desde Los Pinos se pretendía eliminar la figura de
“interés legítimo” para dejar a la interpretación discrecional de la autoridad
que cualquier información pudiera representar un riesgo de seguridad nacional.
Se pretendía además, eliminar la posibilidad de que
el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos
sancionara a los sujetos obligados que no garantizaran el cumplimiento de las
disposiciones en materia de transparencia.
La Presidencia planteó modificar el significado de
información de interés público, para señalar que que se trata de aquella
información beneficiosa para la sociedad, siempre y cuando no tenga carácter de
reservada o confidencial.
La Consejería Jurídica planteó eliminar la palabra
“comprensible” dentro de las características que debe contener la información
que los entes obligados entreguen a la ciudadanía, cuando esta palabra es
clave, porque al hacer “comprensible” la información tendrá mayor alcance entre
la ciudadanía mexicana, la cual desconoce en su mayoría conceptos y términos
jurídicos, políticos y económicos.
La Consejería Jurídica se opuso –con el apoyo del
PRI y el PVEM- a establecer la obligación de hacer pública las declaraciones
patrimoniales de los servidores públicos, así como su declaración de interés, y
se opuso a la obligación de poner a disposición del público “la remuneración
bruta y neta de todos los servidores públicos por sueldos, honorarios (…) o
sindicalizados, o en cualquier otro esquema laboral o de prestación de
servicios”.
Por tal motivo, es lamentable que el Ejecutivo
Federal, en un acto donde se debería reivindicar la autonomía de los órganos
garantes, presente como un logro gubernamental la nueva ley y el Sistema
Nacional de Transparencia al que, en su momento opuso una profunda resistencia,
externó.
“El sistema nacional de transparencia es un logro
de las fuerzas del Congreso, de los órganos garantes y de la sociedad civil”.
Sin embargo, “mañana se saludará con sombrero ajeno”
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