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"Estamos en una crisis humanitaria que deriva de la ausencia del Estado":

Alejandro Encinas Rodríguez

Venimos de lejos

Dtto 30

Constituyente

Senador


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Morena pone al DF cerca de las manos del PRI y en riesgo del retroceso: Encinas


ENTREVISTA SIN EMBARGO
Por Shaila Rosagel
Después de las elecciones del 7 de junio pasado, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) tiene que asumir que dejó de ser la primera fuerza política en el Distrito Federal, su principal bastión: le ganó el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que abandera Andrés Manuel López Obrador, dice el Senador Alejandro Encinas Rodríguez.
Sin embargo, la izquierda mexicana debe unificarse y construir acuerdos, considera. De no hacerlo en la Ciudad de México, el partido del tabasqueño podría enfrentarse a una alianza del Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera Espinosa y el Sol Azteca con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido Nueva Alianza (PANAL) en la Asamblea Legislativa.
La capital del país, asegura el legislador, está entonces a punto de retroceder lo que la ciudadanía ha ganado en dos décadas, debido a la polarización de las izquierdas.
Para Encinas, a nivel nacional y con miras a las elecciones presidenciales de 2018, no hay forma de que Morena y el PRD hagan las paces. López Obrador, si quiere ser Presidente de la República, deberá buscar otro tipo de alianzas, distintas a las que lo postularon en 2006 y 2012. El reto, afirma, es atraer a los movimientos sociales y a una población que ya no cree en los partidos, porque los considera corruptos.
Ciudad de México a 19 de junio (SinEmbargo).– A finales de enero de este año Alejandro Encinas Rodríguez renunció al instituto político que fundó hace 26 años: el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Lo abandonó porque para él esa fuerza política se desdibujó y se olvidó de los principios de izquierda que le dieron vida. Antes, el líder moral del Sol Azteca, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, también había abandonado el barco, luego de solicitar sin éxito la renuncia del actual dirigente nacional perredista Carlos Navarrete Ruiz.
Cuando Encinas Rodríguez se alejó del partido, auguró una caída sin precedentes del perredismo en su principal bastión, la Ciudad de México, pero nadie lo escuchó, asegura. Ahora, advierte, la polarización de la izquierda, en especial entre el PRD y el debutante Movimiento e Regeneración Nacional (Morena), puede ocasionar una alianza comandada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) con el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el Partido Nueva Alianza (Panal) y el propio PRD, donde la capital del país pierda todo lo que ha ganado en términos de libertades civiles en los últimos 18 años.
Los dirigentes perredistas prefirieron “vivir en el autoengaño” y dejaron pasar, añade. Minimizaron la renuncia de líderes y fundadores. Ahora la izquierda está totalmente dividida, fracturada y, sobre la mesa del café, sólo queda un “te lo dije”, dice Encinas, mientras esboza una sonrisa y apunta con el dedo.
Alejandro Encinas se ve a sí mismo como un promotor de la conformación de un frente de las izquierdas progresistas en el país, de los movimientos sociales. Niega rotundamente la posibilidad de regresar al PRD pues, afirma, después de la desaparición de 43 normalistas en Iguala, Guerrero, bajo la responsabilidad de un gobierno perredista, no piensa volver.
–¿Qué sabor de boca le dejaron los resultados de las elecciones?
–Bueno, yo creo que en primer lugar hay que señalar que lo lamentable de las elecciones es que no hayan sido en un escenario de normalidad democrática. Quiero subrayar esto, en donde todo el mundo ha asumido una especie de tono festivo, en donde todos dicen que ganaron. [Enrique] Peña Nieto dice que fue prácticamente un referéndum aprobatorio de su gestión, porque obtiene mayoría calificada con sus aliados electorales y políticos: con el PRI, el Verde y Nueva Alianza gana mayoría simple; pero con sus aliados del Pacto por México, con el PRD y el PAN, tendrá una cómoda mayoría calificada. No puede considerarse esto un refrendo del Gobierno federal, porque lo que definió mucho esto en los resultados de las elecciones fue la situación local y regional como los resultados que hemos visto en Jalisco, Nuevo León y el Distrito Federal. Lorenzo Córdova [presidente del Instituto Nacional Electoral (INE)] señala que fue una elección exitosa, en donde el INE cumplió plenamente con sus funciones. Yo creo que dista mucho de la verdad. Hubo mucha violencia: 28 ciudadanos mexicanos asociados a la elección asesinados entre enero y junio, 15 ejecutados el día previo a la elección en Acapulco, tres dirigentes asesinados dos días después en Iguala, quema de casillas que no se han reportado en su justa dimensión. No hubo un escenario de normalidad democrática.
–¿En cuanto a los resultados de la izquierda? La división…
–Bueno yo ya lo había pronosticado, íbamos a competir entre nosotros disputando la misma corriente electoral. En lo fundamental sucedió: si vemos el 10 punto y fracción del PRD, con el ocho punto y fracción de Morena, estaremos en alrededor de 19 ó 20 por ciento de la votación tradicional que había tenido el PRD en las elecciones intermedias anteriores, pero con algunas sorpresas, el crecimiento de MC [Movimiento Ciudadano] que triplicó su votación, mucho de ello obtenido en la zona metropolitana de Guadalajara y el triunfo en Puerto Vallarta. Los votos del Partido del Trabajo que capitalizará más adelante el sector de Morena. Fuimos a competir entre nosotros y como el PRD se mantiene como tercera fuerza electoral y Morena en el cuarto, al analizar los resultados locales, surge información muy interesante. Se ha destacado cómo Morena se convierte en la primera fuerza político-electoral en el DF, manteniéndose el PRD en el segundo. Cuando se empieza a desagregar el comportamiento en los estados es interesante: en 17 estados Morena está encima del PRD, como en Quintana Roo, donde Morena se va a la segunda fuerza electoral y el PRD a la quinta posición, después de haber gobernado, al menos en tres ocasiones Cancún. En Baja California Morena tercer lugar, PRD octavo; en Baja California Sur, Morena en tercero, PRD cuarto; Campeche, tercer lugar Morena, PRD en quinto. En Coahuila, Morena cuarto lugar, PRD séptimo; Chiapas, Morena tercer, PRD cuarto; Chihuahua, Morena en el tercero y PRD, octavo. Es muy interesante el peso electoral de cada entidad de donde se concentra la votación de los partidos: el PRD concentra 51.3 por ciento de su votación en cuatro entidades: Estado de México, que se convierte en su principal bastión de votos, DF, Michoacán y Guerrero.
-¿Y en otros estados?
–En el caso e Morena: 54.4 por ciento en cuatro entidades: DF, Estado de México, Veracruz y Puebla. ¿Qué significa esto? Lo que se presenta es un posicionamiento regional claramente definido de la izquierda en algunas entidades, porque Morena en dos de los cuatro estados coincide con el PRD. La izquierda no sólo se fragmento, sino que esto llevó a que no haya un posicionamiento nacional como lo tuvimos en el 2012 y en el 2006 de la izquierda. La fragmentación regionaliza la presencia de la izquierda, si hubiéramos ido juntos, habríamos estado no sólo como la segunda fuerza política electoral del país, sino que hubiéramos tenido posiciones muy significativas. No sólo esta mayoría tan amplia en el DF, sino la gubernatura de Guerrero. Si Morena, PT y PRD hubieran ido juntos, hubieran entrado a disputar en serio otras gubernaturas como Baja Sur por ejemplo. Pero en general, a la izquierda la veo fragmentada y en un proceso de polarización creciente.
–La división en la Cámara de Diputados y en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal es muy marcada entre Morena y el PRD: Batres dice que no quiere alianzas con el PRD. Entonces, ¿qué va a suceder en las cámaras?
–Lamentablemente va a polarizarse más la relación entre el PRD y Morena. Yo creo que es un error; en primer lugar porque ambos están apareciendo como su principal enemigo, a su ex aliado o su ex partido, estas son prácticas de la izquierda que no solamente confunden al electorado, sino que debilitan el posicionamiento de la izquierda. Yo lo entiendo en el caso de Morena, respecto a que quiere consolidar su posicionamiento electoral, su marca. Seguramente Morena va solo a las elecciones locales del año que entra, en esta lógica de ir posicionando su partido, su emblema sus planteamientos. Por el lado del PRD hay un desdibujamiento en el caso del DF, si no se maneja con inteligencia, se va arrojar a Miguel Ángel Mancera y al PRD a los brazos del PRI y del PAN para tener la mayoría en la Asamblea, y eso va a desdibujar el perfil de un gobierno de izquierda. Va a desdibujar también sus logros.
HÉCTOR SERRANO Y EL PRD EN EL DF
–¿Quiere decir que los ganones son el PRI y el PAN?
–Exactamente. Yo creo que Morena debe construir un acuerdo con el Jefe de Gobierno para poder garantizar una gobernabilidad en la Ciudad de México. Si teniendo el 33 por ciento, la minoría mayor en la Asamblea, Morena lleva a una confrontación que permita una alianza PRD, PAN PRI, Verde, Nueva Alianza, pues se va a cargar el Gobierno de la ciudad y todo lo que eso ha significado en avances ciudadanos en los últimos 18 años. Lo arrojaría a una alianza con los grupos conservadores y a una alianza con Enrique Peña Nieto. Ahora, el Gobierno de la ciudad tiene que mandar señales claras de un entendimiento y la primera señal debe ser una recomposición de su gabinete. No sólo como dice [Miguel] Barbosa, debe ser un replanteamiento de todo su gabinete para reconstruir una relación de interlocución valida con la Asamblea. Héctor Serrano Cortés [Secretario de Gobierno] no es un interlocutor. Fue el operador político-electoral del gobierno y del PRD en el DF, y el nivel de conflicto y confrontación que tuvo, no sólo con Morena, sino con todos los partidos, lo elimina como un interlocutor. No es un asunto personal, es un hecho político concreto…
–¿Héctor Serrano debe irse?
–No tiene interlocución con la oposición. No la tiene con Morena, que es mayoría en la ciudad. No la tiene con el PAN, donde hubo confrontación. No la tiene con el PRI, salvo con algunos sectores muy limitados. Se necesita una interlocución distinta y el Jefe de Gobierno debe construirla directamente.
– ¿Qué tanto debe ser el cambio o la reflexión de Morena en torno a esto que me comenta? En una entrevista con SinEmbargo sorprende el cambio de discurso de Ricardo Monreal Ávila [el ganador de la elección en la Delegación Cuauthémoc]. Yo lo entrevisté en campaña y pidió la cabeza de Serrano, hizo varias declaraciones. Ahora cambia totalmente su discurso…
–¿Quién lo dijo?
–Monreal.
–Monreal…
–Sí Monreal. Dice que ahora tendrá acercamiento con el PRI, con varios partidos, con el Jefe de Gobierno y también con Héctor Serrano, donde incluso señala que Serrano es una persona muy inteligente y alguien muy cercano al Jefe de Gobierno.
–Bueno, yo creo que él está hablando como Jefe Delegacional electo. Hay que entenderlo. Como Jefe Delegacional tiene que construir una relación institucional con el gobierno, pero hay que ser objetivos; una cosa es la parte declarativa a lo que son los hechos reales, el nivel de confrontación al que se llegó en la campaña electoral. Que todavía no se resuelve, porque vienen las impugnaciones y hay muchos focos de atención entre Morena y el PRD, y Morena y el gobierno de la ciudad, particularmente en Gustavo A. Madero y Coyoacán. Yo creo que esos serán factores de tensión que seguirán vigentes. Entonces hay que ser objetivos: yo te lo digo como una experiencia de gobierno y más cuando yo fui un interlocutor con la oposición durante muchos años, no solamente como Secretario de Gobierno, sino como Jefe de Gobierno, en la peor crisis política en el 2006. Se necesita construir puentes de entendimiento. Que bueno que Monreal abre esta puerta de acercamiento, porque tendrán que tener relación necesariamente, desde la aprobación del prepuesto a finales de este año, la definición de las prioridades del gasto.
–¿Es válido que a tan corta distancia de las elecciones, que acaba de ganar Monreal, su discurso vaya totalmente contrapuesto con el de Martí Batres?
–Batres va por la ruptura, es el presidente de un partido todavía en un proceso electoral. Hay que entenderlo. Todavía el proceso electoral no ha terminado, la confrontación va a seguir por lo de GAM [la Delegación Gustavo A. Madero], por Coyoacán, Iztapalapa. Hay que asumir que hay tensión electoral todavía. Monreal está hablando como Jefe Delegacional electo, aunque falta que se defina bien la composición de la fuerzas políticas. Que bueno que abra un puente, espero que ese puente se construya más adelante, porque a mi no me gustaría que en la Ciudad de México Morena se confrontara con una coalición liderada por el Jefe de Gobierno y el PRD, con el PRI y con el PAN. Lo digo abiertamente, sería un error polarizar más y no hay que jugar con la ciudad. Una ciudad que ha sido muy noble con nosotros.
CON CALMA HACIA EL 2018
Para el Senador, la izquierda tiene que afinar una serie de elementos antes de tomar decisiones sobre la elección de 2018. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
–Ahora, acaba de decir Mancera que quiere ir por la Presidencia de la República, quiere ser candidato. ¿Sería un posible gran abanderado por parte del PRD?
–Así es…
–Usted dice que en las siguientes elecciones va por su lado Morena. En 2018, ¿que sucederá?, ¿veremos una confrontación entre AMLO y Mancera como candidatos de izquierda?, ¿o se vería al PRD, PAN y PRI unirse con Mancera?
–Yo diría que debemos procurar que no nos ganen las ganas. Es muy temprano para andar postulando candidatos, porque además de que no ha terminado el proceso electoral, y ya se está postulando a candidato el Jefe de Gobierno, pues también hay que entender que la recomposición continuará. Este ciclo no se ha cerrado. Viene una prueba de fuego para la gobernabilidad de la ciudad al momento de la instalación de la nueva Asamblea y los jefes delegacionales. El PRD tiene que asumir que ya no es mayoría en la ciudad, que perdió la ciudad, que la primera fuerza electoral es Morena. Eso tienen que entenderlo y no andarse postulando de candidatos. Hay que asumir que la única posibilidad que tiene la izquierda para ganar la Presidencia es recuperar un frente político de la izquierda. Donde no necesariamente tiene que ser con los mismos aliados de 2006 y 2012. Por la polarización entre los dirigentes del PRD y Morena, no veo la posibilidad de una alianza con ellos en 2018. Pero sí veo un acercamiento de Morena con MC. Veo que habrá mucha recomposición en el PRD y que mucha de la base militante del PRD tendrá su corazoncito en otros partidos.
–¿Qué elementos adicionales ve de cara al 2018?
–Hay un fenómeno adicional, este peso de los candidatos independientes. “El Bronco” gana sin partido y [Enrique] Alfaro ya tiene los municipios más importantes de Jalisco. El peso de los candidatos independientes es otro ingrediente y hay que entender el llamado del elector: fue una sacudida al sistema de partidos. Los candidatos independientes llegaron para quedarse. Es una demanda a los partidos políticos de parte de la ciudadanía, que no los baja de corruptos a todos. Habrá que caminar a construir otro tipo de referentes, político-electorales y partidarios, con una relación distinta con la sociedad.
–¿Usted ve entones a un Andrés Manuel en 2018 haciendo este tipo de alianzas?, ¿acercándose a los movimientos sociales?
–Todos los partidos tendrán que voltear la cara a los movimientos sociales y a un posicionamiento territorial distinto, que no sea la relación territorial, corporativa tradicional de los grupos que se disputan las candidaturas.
–Pero si AMLO no hará alianzas con el PRD…
–Tendrá que moverse a las causas sociales, a los movimientos sociales y hacer de Morena un instrumento en donde los movimientos sociales locales y regionales puedan tener una plataforma por la disputa del poder municipal. Con lo que se avecina de los movimientos por la defensa de los recursos naturales contra las mineras, las petroleras, los proyectos hidroeléctricos que están surgiendo en el país, tendrán que vincularse a esa causa y darle espacio de participación y representación.
–Entonces, ¿veremos a Mancera y a AMLO compitiendo en 2018?
–Yo creo que habrá más candidatos y candidatas de la izquierda, falta mucho tiempo. Hay que garantizar la gobernabilidad de la ciudad primero. La primera proposición del Jefe de Gobierno debería ser garantizar en esta transición la gobernabilidad futura de la ciudad. Todo tiene su momento. No debe distraerse en este momento.
–¿Con quién ve usted una alianza del PRD en 2018? ¿Iría sólo o haría una alianza con otro partido?
– Pues ellos han planteando incluso una alianza con el PAN en diversas ocasiones y no tendiendo un candidato fuerte, probablemente buscaría una alianza de esa naturaleza. Aunque veo resistencia, porque el PRD tiene que hacer un replanteamiento de su política interna, de su política electoral de alianzas, porque el costo político es muy grande, hay estados donde se fue al séptimo lugar. Yo digo la izquierda tiene que ir unida, tiene que reconstruirse un frente electoral que vaya más allá de los partidos, para que se vincule con el movimiento social. Si no es posible una alianza de todas las fuerzas de izquierda progresistas, sí hay que construir un frente político electoral más amplio de cara a 2018. Ese es mi papel, ya no sólo es la unificación de las izquierdas, es la construcción de un movimiento social que obligue a la conformación de un frente plural, que vaya más allá de los partidos.
–Y el futuro del PRD, ¿cómo lo ve?
–No creo que vaya a desaparecer el PRD. Tiene un posicionamiento electoral fuerte, gobierno municipales, locales, pero yo creo que si continúa con la misma ruta, si no hay un reflexión, se convertirá en una fuerza marginal. Este es un llamado de atención, pero si se van por el lado triunfalista, minimizando la situación de la crisis, en lo personal creo que se convertirá en un parido tradicional de la izquierda de un dígito, en momentos donde otras fuerzas de izquierda están creciendo, como es Morena.
–¿Quién votó por el PRD? ¿Quiénes son esos cuatro millones y medio del PRD? ¿Quién votó por Morena? ¿Dónde está el electorado de la izquierda?
–Yo creo que por el PRD votó un electorado duro que se ha consolidado a lo largo de 26 años. Hay que decirlo: sí hay un electorado que tiene un voto duro. Votaron también aquellos que todavía no tienen claridad sobre quiénes se mantienen dentro del PRD y quienes no, votaron las estructuras corporativas vinculadas a los gobiernos del PRD y corrientes y sí, un sector de jóvenes en las zonas urbanas. ¿Quién votó por Morena? Ese es el dato más interesante. Morena no tiene estructuras corporativas, no tenía gobiernos, además del voto que arrastra Andrés Manuel por su propio peso político, mucho del electorado nuevo, jóvenes, sectores medios de la población y sectores urbanos. Los sectores de mayor nivel de escolaridad son los que votaron por Morena en esta elección, lo cual es un indicador importante, porque no son estrictamente las viejas estructuras corporativas bajo el control de los programas sociales federales o locales, sino el voto más libre se vinculó a Morena. Ese es el mayor valor cualitativo de su votación.
¿REGRESO AL PRD?
–¿Se ha replanteado volver al PRD?
–No. Creo, como lo dije, que ya no podría mantenerme en el PRD, no sólo por el desdibujamiento, sino porque después de Ayotzinapa no pienso volver.
–Dice Carlos Navarrete que hablaron en el sepelio de Manuel Camacho Solís…
–Sí nos saludamos (interrumpe).
–Que se van a tomar un café, ¿de qué van hablar?
–Vamos hablar de los resultados electorales, no le voy a decir te lo dije (ríe y apunta con el dedo), porque había un triunfalismo muy exacerbado, de autoengaño, particularmente en el Distrito Federal. Yo les dije las encuestas no pueden cambiar la realidad y va a sufrir el PRD un revés muy fuerte en la ciudad y nadie me creyó. Yo lo escribí, está escrito, está publicado. El tiempo me dio la razón. ¿Lo festejo? No, porque no me gusta ver una izquierda dividida, fragmentada, confrontados entre sí como si fueran los enemigos principales: Morena contra el PRD, el PRD contra Morena, ese es un error gravísimo. El adversario es el PRI, el PAN, la derecha, son los grandes capitales que llegarán con una voracidad brutal entre las grandes petroleras y eléctricas. No podemos enfrascarnos en un desgaste descalificando al otro con el que convivimos y participamos muchos años. El adversario es otro. Los compañeros de Morena deben asumirlo, que la confrontación y contribuir con una nueva mayoría en contra del PRI y PAN.
–Entonces, ¿ve más apertura de parte del PRD con Navarrete de acercarse a Morena, que al revés?
–Siendo objetivos, no veo ninguna posibilidad hoy de ningún acercamiento y entendimiento entre el PRD y Morena, por ambas partes. Hay que decirlo con toda claridad.
–¿Cuál sería el distanciamiento fundamental?, ¿la insistencia de AMLO por ser candidatos en 2018?
– No sólo la candidatura de Andrés Manuel. Sin diferencias políticas reales, más allá de los candidatos, hubo una ruptura con la línea política del PRD, por la pérdida de autonomía, la firma del Pacto por México, que convalidó las reformas estructurales.
–¿El PRD se queda como una franquicia electoral con su 11 por ciento?
–Buscará su reposicionarse a partir de alianzas, ¿con quién hará alianzas? No veo al PRD con Movimiento Ciudadano, no lo veo con Morena y el PT ya no tiene registro. Veo más acercamiento entre Morena y Movimiento Ciudadano. La única posibilidad que tiene es buscar alianza con el PAN. Pero también dentro del PRD hay renuencia, porque ya conocieron el costo político que significó. Hay que construir un polo progresista más allá de los partidos, que se escuche este germen que está en todo el país, que son los movimientos sociales.


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