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"Estamos en una crisis humanitaria que deriva de la ausencia del Estado":

Alejandro Encinas Rodríguez

Venimos de lejos

Dtto 30

Constituyente

Senador



Alejandro Encinas

Denuncia Alejandro Encinas campañas calumniosas contra la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes



Intervención en tribuna del senador Alejandro Encinas Rodríguez, del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar posicionamiento a nombre de la Comisión de Estudios Legisaltivos, Segunda sobre el dictamen por el que se expide la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y se reforman diversas disposiciones de la Ley General de Prestación de Servicios para la Atención, Cuidado y Desarrollo Integral Infantil.

Alejandro Encinas Rodríguez, (AER): Muchas gracias, senador Barbosa.

A ver si no acabo de descomponer la reunión que tienen ahí con la intervención que voy a hacer, pero yo creo que hay que hablar con toda claridad.

Yo en primer lugar quiero reconocer el trabajo que desarrollamos la seis comisiones unidas, quienes hemos elaborado un dictamen que indudablemente avanza de manera significativa en la construcción de un sistema de garantías para que las niñas, los niños y los adolescentes sean sujetos plenos de derechos.

Éste ha sido un debate que, como lo planteó nuestra compañera la senadora Martha Elena García, el senador Juan Carlos Romero Hicks, la senadora Angélica de la Peña, nos permitió llegar a un consenso el día 29 de septiembre y aprobar por unanimidad una ley que ahora nos regresan como minuta del Senado donde se modifican 18 artículos.

Y eso es lo primero que quiero destacar, no estamos discutiendo el conjunto de la ley, estamos discutiendo estrictamente os 18 artículos que modificó, para bien o para mal, la Cámara de los Diputados.

Y evidentemente en este proceso ha habido, no solamente distintas interpretaciones del contenido de la ley, sino incluso también ha habido un conjunto de campañas fundadas en la mentira y en la ignorancia que incluso llegaron a agraviar en lo personal a una de nuestras compañeras, a la senadora Diva Gastélum, a quien le refrendo toda nuestra solidaridad y reconocimiento.

Y la verdad es que ahora estamos ante dos presiones adicionales: una, la de los tiempos legislativos, ya que tratándose de una iniciativa preferente, pues tiene que cumplir justamente en sus términos para que ésta sea publicada con la oportunidad que nos manda la ley.

Y la otra: las presiones para que esta ley sea publicada por el Ejecutivo federal y sea considerada en la construcción del sistema que plantea el garantizar los derechos de las niñas, niños y adolescentes, pues el que está contemplado en el presupuesto de Egresos de la Federación, que próximamente aprobará la Cámara de Diputados.

Y seguramente, como se discutió ayer en comisiones unidas, será aprobado en tiempo y forma.

Sin embargo, y abusando de mi condición de presidente y ofreciendo una disculpa a mis compañeras y compañeros de la Comisión de Estudios Legislativos, sí quiero dar mi opinión personal respecto a las modificaciones que al Cámara de los Diputados realizó, en donde efectivamente hay algunos avances pero también, hay que señalarlo, hay severos retrocesos, resultados de las presiones a través de campañas que, basadas en la mentira, encontraron y tuvieron eco lamentablemente en la Cámara de los Diputados.

Hubo señalamientos por parte de algunos diputados respecto a que había algunos errores de técnica legislativa, incluso de redacción de la ley, lo dijo el propio coordinador de los diputados del PRI.

Aunque la minuta que ahora nos envían, en el artículo donde hacen una adición que señala que en los casos específicos de niñas, niños y adolescentes con discapacidad, una perla del trabajo legislativo que puede generar, desde mi punto de vista, confusión, discrecionalidad e incluso puede incurrir en discriminación sobre las niñas, niños y adolescentes al establecer en la ley un párrafo donde dicen:

“Cuando exista duda o percepción si una niña, niño o adolescente es persona con discapacidad, se presumirá que es una niña, niño o adolescente con discapacidad”.

¿Quién va a determinar eso, cuál autoridad va a definir esa situación, y qué tratamiento va a recibir esa niña, niño o adolescente?

Creo que esto puede tener efectos de interpretación negativos e incluso incurrir en prácticas de discriminación.

Igual, en lo que se refiere al artículo 58, donde se acotan las responsabilidades de los distintos órdenes de gobierno, perdón, el artículo 83, perdón, en donde era imperativo el señalamiento que habíamos tenido en la ley, en el sentido de que las autoridades federales, de las entidades federativas, municipales, las demarcaciones territoriales del Distrito Federal, señalaba de manera imperativa el hecho de que están obligadas a observar al garantía y protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes.

Y ahora la reforma en la Cámara de los Diputados establece restricciones que se dan en función de conformidad con su edad, desarrollo evolutivo, cognoscitivo y grado de madurez, con los cual algunas autoridades se van a declarar incompetentes para dar garantías plenas al ejercicio del que son sujetos las niñas, niños y adolescentes.

Pero lo más lamentable es la eliminación de os derechos sexuales y reproductivos de las niñas, niños y adolescentes en materia de educación y de salud, particularmente con las modificaciones a los artículos 50 y 58, en donde de manera clara habíamos construido el acuerdo para establecer la obligación de la autoridad a proporcionar asesoría y orientación sobre el ejercicio responsable de sus derechos sexuales y reproductivos a niñas, niños y adolescentes, así como a quienes ejerzan la patria protestad, tutela o guarden custodia, para reducirlo estrictamente a proporcionar asesoría y orientación sobre salud sexual y reproductiva, lo que se ratifica en el artículo 58, señalar que será conforme a su edad, desarrollo evolutivo, cognoscitivo y madurez de las niñas, niños y adolescentes, donde de nueva cuenta queda a la discrecionalidad de la autoridad.

Y evidentemente esto es el resultado de una campaña que se fincó en la mentira, la infamia, la calumnia y el abuso de la ignorancia. Y creo que esto retoma una de las peores posiciones de la ultra derecha mexicana, donde prácticamente se restauraron mecanismos y prácticas del fascismo, aquella vieja frase de Goebbels, el gran comunicador del fascismo y de Hittler, que decía que una mentira dicha mil veces se convertía en verdad.

Y vaya que se repitieron miles de veces, se publicaron, y tienen  nombre y apellido. Esta el caso del señor Juan Manuel Dabdoub Giacoman, presidente del Consejo Mexicano de la Familia, para quien esta ley es un split de terror que conlleva prácticamente a que se pierda la patria protestad  de los padres sobre los hijos, lo cual es absolutamente falso porque queda con toda claridad definida la patria protestad y la tutela a la que tiene derechos los niños en esta ley.

Y que dice que no puede haber conformidad ya que como padre de familia, dice, “no permitiremos más intromisiones ni atropellos, no dejaremos a nuestros hijos solos, ya que esta ley al otorgarles derechos a los hijos, pretende dar la libertad en donde los hijos puedan denunciar a los padres por abusos y meterlos a la cárcel”.

Es decir, este señor que pretende, pues lo que no solamente es mantener a (inaudible) la familia nuclear autoritaria, donde el padre decide todo sobre los hijos, sino acepta el hecho de que los hijos no puedan denunciar los abusos y violaciones a los derechos de los niños.

Incluso ofende, ya no sólo a las senadoras, sino a las propias diputadas que defendieron este capítulo como el caso de la diputada Verónica Juárez, del PRD, a quien califica como Lady Erótica, en esta lógica de desprecio, justamente que lo caracteriza, sobre la mujer.

También habrá que ver lo del señor Mier y Terán en la columna, en un video que sale en Reporte Índigo, donde cuestiona la introducción de los derechos sexuales y reproductivos de los niños y dice que es algo que nadie entiende pero  los entendidos, dice, nos han dicho que eso quita o reduce la patria potestad de los padres sobre los niños; lo cual de nueva cuenta es falso.

Se pregunta qué significan derechos sexuales y reproductivos, significa, a su juicio, que la patria potestad de nosotros sobre nuestros hijos va a ser disminuida según los derechos sexuales y reproductivos de los niños, que ahora dice, pueden suceder cosas como la siguiente, lo dice el señor Pablo Mier y Terán:

Que a mi hijo, dice, de 5, 10, 12 o 14 años le expliquen que él si quiere, puede cambiar de género; o significa que si una niña está embarazada, puede abortar sin ni quiera el consentimiento de los padres; o significa, dice, lo que es peor, que una niña de 15 años puede enamorarse e irse con un señor de 50 años y no ser acusado de pederasta; cuando eso está plenamente tipificado en las disposiciones legales y penales en nuestro país.

Más y más mentiras.

Bueno, llegaron cientos, miles de correos electrónicos por machote contra el concepto dentro de la ley de derechos sexuales y reproductivos.

Pero hay unos que realmente valdría la pena publicar una antología de lo que hemos recibido aquí en el Senado de la República.

Por ejemplo, para la señora Beatriz Amaya, aquí está su correo electrónico, el libre desarrollo de la personalidad significa, eso es lo que entiende la señora: establecer como natural la homosexualidad, bisexualidad, travestismo, transexualismo en la niñez y en la juventud y elegir en el género LGBTTTL que quiera tener.

No, pues es un asunto de cada persona.

Entiende que la autonomía progresiva, que es un concepto contrario a la patria potestad, que las preferencias sexuales significan elegir la preferencia sexual sin tener conciencia de las implicaciones de vida que llevaría su elección.

Que igualdad sustantiva, dice respecto a quien, dice: entonces los niños son absolutamente iguales que los adultos y pueden tener los mismo derechos que ellos en todas las esferas, situándolos precisamente en situación de vulnerabilidad.

Hay otras que señalan: conocer causas, efectos y terapias de conductas que impiden vivir una sexualidad plena. Que esas serían implicaciones de la Ley.

Dice: los jóvenes tienen derecho a saber que la pornografía, la masturbación, la homosexualidad, la adición sexual y otras prácticas y conductas alteran el orden de la sexualidad plena y sus causas y consecuencias muchas veces son dolorosas.

Y por eso dice: hay que vivir en castidad, los jóvenes tienen derecho a saber que vivir la castidad tiene más mérito y beneficios que no vivirla; que quien llega casto al matrimonio regala a su esposo, a su esposa salud, fidelidad, autodominio; no es represión de la sexualidad sino saber encausarla.

Que el joven que ya tuvo relaciones sexuales puede vivir una segunda castidad; es decir, hoy, hasta que no se case no tener relaciones sexuales respetando su propia dignidad y las de otras personas. Como si tener relaciones sexuales fuera algo degradante o vergonzante.

Hay otras, la señora Ana S., que dice que nos acusa, o dice nos acusa no solamente de que un pederasta podrá violar a sus hijas y salir impune como violando toda la ley; nos acusa de recibir dinero por haber aprobado esta legislación y nos envió una maldición divina.

Y dice: Todo el peso de la desgracia contra ti y tu familia, tu descendencia quedará en el sufrimiento y escarmentarás en carne propia tu pésima decisión. Ave María Purísima.

Yo creo que lo que tenemos que evitar frente a la ignorancia y estas campañas propias del fascismo es contribuir a la corrupción.

Aquí hay que evitar la doble moral, las dobles caras, asumir que los niños no son propiedad de los padres, como tampoco lo son del Estado; que efectivamente las familias, no la familia tradicional, nuclear, sino las familias que hoy existen diversas, son una célula básica en el desarrollo de nuestra sociedad.

Y que para fortalecerla, tienen que establecerse disposiciones que permitan reconocer en primer lugar que somos distintos, somos diversos, que la familia nuclear hace muchos años quedó a tras cuando superó el cinismo y la hipocresía.

Y hoy no solamente hay parejas divididas, hay hijos que tienen dobles padres, dobles madres; hay familias conformadas con personas del mismo género y esto tiene que quedar plenamente identificado en la ley.

Hay que asumir que cerca del 20 por ciento del total de los embarazos que se presentan en México corresponden a mujeres menores de 18 años; que hoy existen en el país 500 mil niños hijos de madres adolescentes menores de 18 años.

Hay que asumir, y tienen que tenerlo claro estas personas, que la pederastia, la violación, el estupro, la corrupción de menores, la pornografía y la prostitución infantil al igual que las tratas de personas están penados por la ley, aquí no se permite de ninguna manera, que de ninguna manera se autoriza el aborto en esta ley ni se le quita la patria potestad a absolutamente a nadie.

Yo creo que es una vergüenza el que nosotros hagamos eco de estas campañas de un sector ignorante y conservador que lo que quiere es dar un vuelco al pasado y no reconocer los derechos plenos que tienen los niños, las niñas y los adolescentes.

Yo creo que hay que dar el debate ideológico fuerte, pero sí hay que recordarles a estos ciudadanos tan puros y castos que el octavo mandamiento dice con toda claridad: No levantarás falsos testimonios ni mentirás.

Y están pecando, se van a ir al infierno.

Muchas gracias.



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