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preguntas a la PGR y 3 al PRD
El
Universal
Alejandro
Encinas Rodríguez
Martes, 18
Noviembre 2014
La información presentada hasta ahora
por el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, acerca del
avance en la investigación de los hechos de terror perpetrados contra
estudiantes normalistas de Ayotzinapa en los municipios de Iguala y Cocula,
plantean diversas interrogantes que deben ser aclaradas.
¿Cuál fue el móvil, los motivos y
objetivos que este grupo criminal perseguía para asesinar a tres estudiantes y
otros tres civiles, y para secuestrar a los 43 jóvenes hasta ahora
desaparecidos?
¿Quienes integran la red de corrupción
y complicidades que permitió el desarrollo y la operación impune de estos
grupos delictivos en esta región del país? ¿Quiénes son las autoridades
federales o locales que incurrieron en acciones u omisiones que permitieron
estos hechos?
¿Cuántas personas participaron para
someter, trasladar e incinerar a decenas de personas, para después
trasladar y arrojar sus restos a una barranca inescrutable en el rio San Juan?
¿Por qué no se detectó lo que, en su
caso, constituyó una tea humana que ardió durante al menos 24 horas, cuando ya
se había puesto en marcha el operativo para encontrar a los jóvenes
desaparecidos?
¿Cuanto combustible se utilizó? ¿De
dónde se abasteció la cantidad suficiente para realizar una incineración a
cielo abierto, que debió mantener constante una temperatura superior a los mil
grados centígrados? ¿Cómo se contuvo la extensión del incendio en un basurero
donde existe gran cantidad de residuos inflamables y una alta concentración de
gases?
¿Por qué se mantienen en funciones los
presidentes municipales y los ayuntamientos de los municipios
intervenidos por el Gobierno federal, dónde se han acreditado sus vínculos con
la delincuencia organizada?
¿Cuál es el resultado del cotejo de los
análisis periciales realizados por especialistas argentinos, de los cuerpos
encontrados en fosas clandestinas en Iguala, con los resultados obtenidos por
los peritos de la PGR?
En virtud de la declaración del
Procurador General, al justificar la no intervención del Ejército en defensa de
los estudiantes, al señalar que éste actúa únicamente bajo órdenes: ¿Quién dio
la orden para cometer las ejecuciones extrajudiciales en Tlatlaya, Estado de
México?
¿Cuál es el avance en la investigación
sobre la penetración de grupos delictivos en los partidos políticos
involucrados en el gobierno de los municipios intervenidos? y en particular, de
la línea de investigación que demandé, como integrante de la Comisión Bicameral
de Seguridad Nacional del Congreso de la Unión, sobre el nivel de penetración
de este grupo delictivo en la estructura del PRD y el eventual financiamiento a
alguna campaña política o dirigente partidario, así como de las omisiones y
complicidades en que pudieran haber incurrido autoridades emergidas bajo
las siglas del PRD e incluso dirigentes partidarios.
Sé que esto causa enojo e
inquietud a algunos dirigentes del partido, quienes se niegan a admitir que el
PRD enfrenta la peor de sus crisis y el enojo de la sociedad, y su desenlace
definirá su viabilidad y futuro. Por lo que lejos de eludir su responsabilidad,
la dirigencia perredista debe adoptar decisiones de fondo y contribuir
a que la investigación llegue al fondo del asunto y se conozca la verdad
de los hechos, y que, sean quienes sean los responsables, paguen
por los delitos cometidos.
Respecto a estas decisiones pregunto a
los dirigentes del PRD: ¿Por qué no han exigido la renuncia y el deslinde de responsabilidades
de los 8 ediles a quienes la PGR acusa de estar involucrados con el crimen
organizado en Guerrero? ¿Por qué no esclarece e informa de las relaciones y
mecanismos a través de los cuales éstos accedieron a sus candidaturas? y, ¿Por
qué no actuó con firmeza ante las denuncias sobre el asesinato de al menos
cuatro militantes perredistas a manos del expresidente municipal de Iguala, en
el esclarecimiento de los hechos?
La sociedad mexicana está indignada y
llegando al límite. Estos actosde barbarie deben ser plenamente esclarecidos y
castigados. No pueden quedar impunes, como tampoco podemos permitir, que los
actos de provocación que se han presentado en las últimas semanas, distraigan
la atención sobre la exigencia de presentar con vida a los estudiantes
desaparecidos ni que éstos actos alienten campañas de rumor y miedo para
justificar la represión. El Estado mexicano debe asumir plenamente su
responsabilidad ante este crimen de lesa humanidad.
Senador de la República
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