Requerimos un régimen político, democrático que ensanche las libertades y
las garantías de todos los mexicanos: Encinas Rodríguez
Miércoles, 24
Julio 2013
Tras haber
escuchado el debate que se suscitó en esta Comisión Permanente con motivo
de la evaluación de las elecciones locales que vivimos el pasado 7 de julio y
justamente a partir de esa consideración vale la pena una reflexión respecto a
la necesidad de dejar atrás las reformas chiquitas, las reformas en abonos que
han llevado si bien algunos avances en la vida institucional del país a dejar
muchos espacios vacíos de resolución, necesitamos una reforma plenamente
integral”.
Destacó “las
elecciones del pasado 7 de julio, estuvieron indudablemente marcadas por la
violencia; el fracaso del adéndum al Pacto por México; la injerencia impune de
gobernadores en los comicios; el desvío de recursos públicos, y por la
lamentable pérdida de autonomía de los órganos electorales que regresan al
redil del control gubernamental”.
Señaló “todas
éstas son señales inequívocas de que el ciclo de las sucesivas reformas
electorales coyunturales realizadas a lo largo de las últimas tres décadas para
construir un sistema electoral confiable, ha llegado a su fin. Ante la
baja calidad en el desempeño de las instituciones públicas, es evidente que
todo cambio que se concentre de manera exclusiva en el ámbito electoral será
absolutamente insuficiente. México demanda hoy una transformación profunda de
su régimen político que nuevas reformas electorales no pueden ofrecer”.
Externó “para
ello, es necesario crear condiciones legales y políticas que permitan la construcción
de nuevas reglas, claras y definitivas, para regir los asuntos de la vida
pública del país. Estamos recalcó el senador Alejandro Encinas “ante una
realidad indiscutible: se ha agotado el sistema presidencialista que en el
pasado se apoyaba en la hegemonía de un partido y que por más que se pretenda
restaurar, la pluralidad característica de la sociedad mexicana obliga a
transitar hacia un sistema democrático, con los equilibrios propios de una
república federal y representativa que garanticen estabilidad, certidumbre y
gobernabilidad política, asimismo, se trata de concretar la aspiración de un
gobierno representativo que limite el ejercicio del poder público y ensanche
los derechos y las garantías de los ciudadanos”.
El senador por el
Estado de México, externó “las iniciativas que hoy presentamos propone diversos
cambios a nuestra constitución y a diversas legislaciones secundarias, se busca
transformar las formas de acceso al poder, avanzando hacia una reforma profunda
al régimen electoral y al sistema de partidos en nuestro país, se busca
transformar mecanismos de ejercicio del poder público, eliminando el
conflicto de interés, y fortaleciendo el equilibrio y los contrapesos entre los
poderes de la unión, fortaleciendo a la vez los mecanismos de control político
y sentando las bases de un gobierno participativo, y se busca también resolver
en definitiva los mecanismo de rendición de cuentas, la eliminación de fueros y
garantizar la participación a la que tienen derechos los ciudadanos en la vida
pública de nuestro país”.
En resumen
manifestó Encinas Rodríguez “se trata de construir una nueva relación entre el
poder público y los ciudadanos y ciudadanas mexicanas. Como se insistió a
lo largo de las audiencias públicas celebradas para la elaboración de estas
iniciativas, cuando hablamos de fortalecer la vida institucional no nos
referimos a los poderes constituidos, a los hombres que ocupan los cargos o a
los edificios que los albergan; las instituciones, debemos asumirlo, son las
reglas del juego en una sociedad; son las limitaciones ideadas por el hombre y
la mujer para reducir la incertidumbre conformando una estructura estable en la
interacción humana en la sociedad”.
Subrayó “buscamos
dar certidumbre a las formas de acceso al poder, a los mecanismos para su
ejercicio y para garantizar la rendición de cuentas a fin de avanzar hacia un
régimen plural y democrático donde la única incertidumbre que debe
existir es el resultado de las elecciones en el país. Tenemos que acabar con
una contradicción que subsiste y persiste a lo largo de los años en el Congreso
de la Unión y que particularmente en esta legislatura ha cobrado mayor
vigencia, una contradicción entre la fiebre autonomista y la obsesión
centralista desde el gobierno federal. Cabe mencionar que cuando iniciamos esta
legislatura por ejemplo, existían solamente cuatro órganos autónomos, el
Instituto Federal Electoral, el Banco de México, la Comisión Nacional de
Derechos Humanos y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía
Informática, hoy en menos de un año hemos debatido sobre la
conformación de siete órganos autónomos el Instituto Federal de Acceso a
la Información, el IFETE, Comisión Federal de Competencia Económico, Instituto
Nacional de Evaluación Educativa, el Órgano Anticorrupción, la autonomía del
ministerio público, en fin un conjunto de órganos que buscan ante la
insuficiencia de un cambio de régimen acotar las atribuciones del Ejecutivo y
fortalecer los controles democráticos del Congreso”.
Señaló “en
contraparte tenemos una obsesión centralista que busca minar las bases del
federalismo limitando las atribuciones de los Estados y Municipios, como las
iniciativas de Mando Único, la regulación de la deuda de los Estados y
Municipios la creación eventualmente de un Instituto Nacional de Elecciones o
incluso la Gendarmería Nacional que pretende hoy atender asuntos del fuero
común que competen a los Estados y Municipios”.
Por último destacó
“creo que ya llego el momento de acabar con esta esquizofrenia legislativa y
con reformas electorales que han buscado atar las manos entre los partidos sin
atender la verdadera demanda de los ciudadanos, requerimos un cambio de régimen
que fortalezca el Congreso y se acoten las atribuciones discrecionales que
prevalece en el Ejecutivo, pero particularmente un régimen político,
democrático que ensanche las libertades y las garantías de todos los
mexicanos”.
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