La nueva
legislación debe fortalecer los mecanismos de fiscalización y participación
ciudadana, rendición de cuentas de los Órganos autónomos y de las Instituciones
públicas: Encinas Rodríguez
Miércoles, 01 Octubre
2014
En la semana nacional de la Transparencia el senador Alejandro
Encinas externó que si bien están en el proceso de la elaboración de las leyes
generales (Ley General de Acceso a la Información, Ley General de Archivos y la
Ley General de Datos Personales), dijo que es necesario hacer una
reflexión sobre el desempeño y desarrollo de los órganos de autonomía constitucional,
así como el ejercicio y ampliación plena de los derechos de los ciudadanos.
Mencionó que la semana pasada se instaló el equipo redactor
conformado por senadoras y senadores de diferentes partidos que iniciarán un
ejercicio de elaboración de las tres iniciativas (Ley General de Acceso a la
Información, Ley General de Archivos y la Ley General de Datos Personales)
donde se pretende que haya un consenso de elaboración de estas tres
iniciativas y no solamente se retomaran las propuestas de los grupos parlamentarios,
sino también las del IFAI, organizaciones de la sociedad civil y especialistas.
Por otro lado, el senador Encinas Rodríguez externó que al inicio de
esta legislatura se tenían cuatro órganos con autonomía constitucional el Banco
de México, INEGI, la Comisión de Derechos Humanos, y el IFE que ahora es INE.
Asimismo, el senador por el Estado de México hizo referencia que el
Banco de México y el INEGI son órganos unipersonales, los demás son órganos de
carácter colegido, que si bien tienen distintos mecanismos de selección de sus
integrantes hay un conjunto de responsabilidades que comparten tanto el
Instituto Federal de Acceso a la Información, Instituto Nacional de Evaluación
de la Educación, Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo
Social, Instituto Nacional Electoral, la Fiscalía General de la República, la
Comisión Federal de Competencia Económica, y el Instituto Federal de
Telecomunicaciones.
De igual forma, mencionó las facultades que comparten los órganos
autónomos:
-Personalidad jurídica y patrimonio propio, autonomía presupuestal;
-Autonomía política y jurídica para su toma de decisiones; crear de
normas jurídicas sin participación de otro órgano del Estado;
-No están sujetos –o al menos no deberían estar-, a ningún poder de la
unión; ni de ninguna fuerza política. Cuentan con un estatuto jurídico especial
que los resguarda de presión o influencia de los poderes fácticos;
-Se integran por personas con reconocido prestigio y experiencia en la
metería, quienes deben reunir los requisitos de imparcialidad y neutralidad
ante la opinión pública;
-Sus integrantes gozan de garantías de designación, inamovilidad,
duración y remuneración suficiente;
-La temporalidad de sus nombramiento es mayor en lo general que la
duración de las demás autoridades políticas;
-No pueden desarrollar actividades públicas o privadas remuneradas,
excepto las académicas o altruistas;
-Las decisiones que adoptan deben ser de manera colegiada; y finalmente,
tienen que prestar informes públicos y realizar comparecencias ante el órgano
parlamentario que los designó.
Externó que el argumento para avanzar en la creación de estos órganos
con autonomía constitucional fue la resistencia al avanzar en una reforma
del sistema político de nuestro país y se consideró que podrían lograrse
avances con la creación de estos órganos autónomos para acotar las facultades
del poder ejecutivo y disminuir el nivel de discrecionalidad del ejercicio de
las facultades del poder ejecutivo.
Manifestó que se ha venido creando una contradicción entre los órganos
autónomos y la centralización, la cual se vuelve a dar en el ámbito del
Gobierno Federal y en demerito de las facultades y atribuciones de los Estados
y Municipios.
“Por un lado se pretende acotar las facultades del Ejecutivo Federal
para ejercerlas por medio de organismos autónomos, pero al mismo tiempo se dan
pasos a una mayor centralización, en demerito del federalismo y autonomía
estatal”. Aseveró
El legislador por el Estado de México, argumento que este fenómeno de
“autonomitis” ha venido acompañado de un proceso de centralización; como en el
caso del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, que ahora va asumir los
mecanismos para el ingreso, promoción y permanencia del magisterio, para lo
cual ya no habrá ninguna intervención del sindicato lo cual deroga las
condiciones de trabajo sindical, pero también quita cualquier tipo de
intervención de los gobiernos de los Estados. Mencionó también al IFE donde de
origen se pretendía centralizar la totalidad de organización y desarrollo de
los procesos electorales, lo cual no se logró.
Externó que se han logrado avances importantes, pero en muchos de los
casos no se ha cumplido fortalecer con el ejercicio de los derechos humanos.
Por ejemplo las omisiones de la Comisión de los Derechos Humanos respecto
a otorgar audiencias a las madres de las víctimas de las fosas que se
encontraron en San Fernando y Cadereyta, otra respecto al propio IFAI en su
negativa a ejercer su facultad impugnar leyes federales, estatales o Distrito
Federal, al negarse a iniciar una acción de inconstitucionalidad contra
diversos artículos a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusiones,
específicamente al art. 189 y 190 que a juicio importante de un sector de la
sociedad transgrede un derecho que el IFAI debe tutelar que es el de la
protección de los datos personales.
Señaló que en la democratización y trasparencia de la elección de
sus integrantes se ha avanzado pero no lo suficiente, dado que la intervención
gubernamental y de los partidos políticos sigue siendo el factor determinante.
Un ejemplo: el nombramiento de los consejeros del INE que emana de la
conformación de un Comité Técnico de Evaluación propuesto por la Junta de
Coordinación Política de la Cámara de Diputados quienes deberían presentar
quintetas para ocupar cada una de las vacantes y quien realizó un proceso
privado y no público de selección y al presentar la propuesta a la Junta de
Coordinación Política del Senado, finalmente termino en manos de una
negociación entre los partidos políticos en demerito de un de los criterios
fundamentales de selección que se habían planteado que era el de equidad de
género; de igual forma sucedió en el Senado de la República en la definición de
los consejeros del IFAI donde hubo un proceso público y extenuante pero
al final de cuentas la definición final no salió de las comisiones
Unidas, sino también de un acuerdo de la Junta de Coordinación Política.
Por otro lado, manifestó que no se garantiza la autonomía real de estos
órganos, ni se ha acotado la injerencia arbitraria del ejecutivo federal ya que
prevalecen las presiones, los telefonazos y la autocensura.
Por ejemplo: el nombramiento de los Oples por parte del INE con los que
se pretendía acabar con el secuestro de los gobernadores de los órganos
electorales locales, lo que ha derivado en la conformación de una coalición de
consejeros electorales, que permitirá que un solo partido domine los órganos electorales
locales, dijo que lo lamentable es que 68 de los 126 integrantes de estos
Oples ya estaban antes; y 87 de los 126 pueden identificarse con un solo
partido.
Concluyó “En este momento se habré una gran oportunidad para ir
avanzando en la integración de los órganos autónomos para que gocen de
verdadera autonomía y dotarlos de la fuerza jurídica suficiente para que todas
sus resoluciones, además de colegiadas y autónomas, sean vinculantes para
la autoridad en beneficio de la ciudadanía, y para ello, la nueva legislación
debe fortalecer los mecanismos de fiscalización y participación
ciudadana, rendición de cuentas, de los Órganos Autónomos y de las
Instituciones Públicas, por eso, el fortalecimiento de los controles
parlamentarios deben ser fundamental y espero avancemos en órganos
verdaderamente autónomos que cumplan con su función, que es garantizar el
derecho de los ciudadanos y queden claras cuentas del ejercicio de los recursos
públicos y del desempeño de la autoridad”.
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