10 de septiembre 2018
Alejandro Encinas
Rodríguez
Garantizar el derecho a la memoria y la verdad
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Será para Ayotzinapa primera
comisión de la verdad
El próximo gobierno de Andrés Manuel
López Obrador analiza incluir casos de Ayotzinapa ,Nochixtlán y Tlatlaya
Ilustración:
ROSARIO LUCAS
10 septiembre 2018
| 02:42 | Mariluz Roldán
Para lograr la pacificación
de México no existe una guía exacta de los pasos a seguir, pero si se considera
la experiencia internacional en América Latina, todos iniciaron con la
instalación de una comisión de la verdad que conduce a una ley de amnistía, que
sea un incentivo para que los delincuentes confiesen y se tenga más información
de los crímenes, pero sin dejarlos en libertad, coinciden especialistas.
El equipo del
presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, analiza diversas modalidades de
comisiones sobre casos específicos y el primero que será el caso Ayotzinapa,
“que tiene que ser ejemplar y sentar un precedente con resultados”, pero se
están abordando otros hechos representativos como Nochixtlán, Tlatlaya y las
fosas de San Fernando, armó Alejandro Encinas, designado subsecretario de
Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación
(Segob).
“Creo que esto va a
romper mucho con la ortodoxia, pero se necesitan soluciones muy heterodoxas
para enfrentar los grandes problemas que tenemos de violación a los derechos
humanos. Lamentablemente el país está convertido en una gran fosa clandestina”,
enfatizó.
Encinas Rodríguez
destacó que “las comisiones de la verdad son un primer paso para garantizar el
derecho a la memoria y a la verdad de todas las víctimas y de sus familiares,
pero nosotros queremos ampliar el concepto, porque creemos que no es suficiente
que se conozca la verdad, sino que se aplique la justicia y se termine con la
impunidad”.
Los cuatro pilares
Jan Jarab,
representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), dijo que en la justicia transicional
es “importante que no se pierdan de vista cuatro pilares: verdad, justicia para
que no tengamos impunidad, las reparaciones a las víctimas y las garantías de
no repetición”.
“Una vez que se
lleva a cabo un proceso de esclarecimiento de hechos históricos hay que echar
mano de las otras herramientas de la justicia de transición, que puede ser
juicio a los perpetradores. Por último, cuando es el caso, a través de la
verdad se llega a una serie de opciones, que son la amnistía, reducciones de
pena, indultos, concesiones o incentivos para que la gente en algún momento
hable”, explicó Fabián Sánchez, abogado especialista en justicia de transición
del ITAM.
Detalló que el
proceso se lleva a cabo cuando se transita de una dictadura a la democracia o
después de un conflicto, por lo que la situación de México es difícil de
comparar con otros países, pero el común denominador es que todos enfrentan
“problemas extraordinarios con medidas extraordinarias”.
Ejemplos en América Latina
En América Latina se
han implementado siete comisiones de la verdad, en Chile, Argentina, Perú,
Brasil, Paraguay, El Salvador y Bolivia, a las cuales se les ha llamado de
diferente manera. Destaca también el caso de Sudáfrica, donde se instauró ese
mecanismo al concluir el periodo conocido como Apartheid, mientras que en
Europa, España propone crear una para revisar las violaciones de derechos
humanos cometidas durante el régimen de Francisco Franco.
Avances a observar
La ONU define la
justicia transicional como “toda la variedad de procesos y mecanismos asociados
con los intentos de una sociedad por resolver los problemas derivados de un
pasado de abusos a gran escala, a n de que los responsables rindan cuentas de
sus actos, sirva a la justicia y logre la reconciliación”.
Alcanzar la paz “es
la parte más complicada, porque vas a tener por un lado órganos como una
comisión de la verdad trabajando, pero en un marco, donde en México todavía
tenemos violaciones generales de garantías. No basta con conocer la verdad,
sino que la información que se obtenga sirva para generar ese proceso de pacificación,
de lo contrario, de nada sirve conocer la verdad sin parar el proceso de
terror”, armó Daniel Vázquez, investigador de Flacso. Avances a observar
Catalina Pérez
Correa, investigadora de la División de Estudios Jurídicos del CIDE, indicó que
el último punto puede ser una ley de amnistía que “no podría ser total, sino a
quienes participen en el proceso y confiesen sus crímenes, —a ellos, dice—
vamos a reducirles las penas, además, no se limpiarán sus antecedentes. Hay
distintas formas de hacerlo”.
Los expertos coincidieron
en que el proceso será tardado, pero aseguraron que habrá resultados
paulatinamente, por ejemplo, se podría conocer la verdad dos o tres años
después de la implementación de la comisión, a mediano plazo habría garantías
de no repetición y a largo los juicios a perpetradores.
Si se logran aplicar
todas las medidas de la justicia de transición, el panorama parece prometedor:
“Se tiene muy claro que países que han echado a andar estos procesos de
justicia transicional, principalmente verdad y justicia, tienen una disminución
de los índices de criminalidad, lo que es importante para un país como México,
en el que la criminalidad va en aumento.
“Si echamos a andar
el proceso a la mexicana, pero bien hecho, mirando las experiencias de otros
países, vamos a tener consecuencias positivas”, dijo Sánchez del ITAM.
http://www.eluniversal.com.mx/nacion/sera-para-ayotzinapa-primera-comision-de-la-verdad
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