El futbol y la (anti) ética
Alejandro Encinas Rodríguez
El Universal
29 de octubre de 2019
Durante
años se ha debatido el papel que desempeña el futbol como espectáculo, como
negocio y como un medio de control de masas. Quizá no hay fenómeno social en
nuestra época que merezca tanto un análisis como el futbol. El futbol congrega
multitudes, ofrece diversión, concita fanatismo, rivalidades y aspiraciones de
éxito. De igual forma, transporta al ciudadano a la evasión de su vida
cotidiana.
En
el fútbol convergen intereses atados a los negocios y a la política; desde la
promoción de eventos deportivos durante las campañas electorales de los
partidos, hasta los grandes negocios mediáticos que han hecho de la actividad
deportiva un espectáculo que se apropia del tiempo libre de las personas.
La
cancha se ha convertido en la nueva arena; el gol, en el pan que nutre
frustraciones sociales insatisfechas. Como señala Gerhard Vinnai, el fútbol, en
tanto espectáculo institucionalizado de masas que obra consciente y
solidariamente, esclarece las formas de dominación imperantes, que integran un
sistema que manipula y fragmenta a las masas.
Por
ello, no es un asunto menor lo sucedido durante el partido celebrado el 18 de
octubre entre los equipos Veracruz y la Universidad Autónoma de Nuevo León, en
el que los jugadores del equipo jarocho, en un justo acto de protesta ante la
falta del pago de sus salarios, decidieron parar durante los primeros cuatro
minutos de juego, lo cual informaron al equipo “universitario”, de quienes se
esperaría un gesto solidario con sus compañeros, en un gremio sujeto a los
abusos de los dueños de los equipos, quienes, como en el caso del equipo
escualo, tienen capacidad para pagar hasta 150 millones de pesos para evitar el
descenso, pero no para cumplir sus obligaciones con sus trabajadores.
Tras
el primer minuto, y con los jugadores del Veracruz inmóviles, los Tigres
anotaron dos goles, que le significaron una pírrica victoria, que pone en
evidencia la falta de escrúpulos en un espectáculo que obtiene ventaja sobre un
adversario inerme. Al igual que cuando un delincuente somete a una persona y
todos los miembros de la banda la patean en el suelo.
Los
Tigres no fueron solidarios con una causa laboral justa, protegiendo el interés
de sus patrones, ni mostraron respeto alguno por su rival. Llama la atención,
que tratándose de una franquicia que porta la representación de una institución
pública de educación superior, ni el rector ni la comunidad universitaria
cuestionaran dicho comportamiento.
Podrán
alegarse mil motivos, como la confusión a la que ha aludido el entrenador
Ricardo Ferreti; lo cierto es que sus jugadores, se convirtieron en hombres
despojados de la investidura del ídolo deportivo, y dispararon alevosamente a
gol en dos ocasiones.
Cómo
ha escrito Jorge Valdano, el futbol es un deporte que forma hábitos,
sentimientos y virtudes colectivas a través de sus ídolos articulando barrios,
ciudades y naciones. O como señala Juan Villoro, el futbol ocurre en la agitada
conciencia de los espectadores, por lo que es fundamental que los clubes, los
futbolistas y los aficionados asuman comportamientos que abonen a la
convivencia, la solidaridad, el respeto y la empatía.
Los
dueños de los equipos, los técnicos y jugadores deben asumir que, cuando se
porta la camiseta de un club se generan sueños, aspiraciones y valores en
amplios sectores de la sociedad, y que por tanto cumplen una responsabilidad
social.
El
deporte debe significar, más allá del espectáculo y las ganancias, valores y,
por tanto, la competencia no puede subordinarse al propósito de ganar sin
importar los atropellos que se comentan. El deporte debe fomentar actuar con
ética, privilegiar el disfrute y la pasión desinteresada de los aficionados. El
saber ganar al patear una pelota, un bulto de trapo, una lata, una bolsa llena
de papeles.
Lo
acontecido en ese partido es la representación de una farsa de victoria. Los
dos goles anotados impunemente por los Tigres dan cuenta de las miserias del
futbol mexicano.
(Subsecretario
de Derechos Humanos, Población y Migración)
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