Foro: Plan Nacional de Desarrollo
Hoy realizamos un ejercicio democrático de la mayor
importancia para alcanzar la cuarta transformación del país.
Retomar la planeación del desarrollo del país con
una visión de futuro, poniendo énfasis en al rescate de la nación y del
bienestar y de la calidad de vida, de las y los mexicanos.
Se trata de dejar atrás casi cuatro décadas de
abandono y ausencia de las responsabilidades del Estado, por parte de quienes
apostaron dejar a las leyes del mercado la soberanía de nuestro país y el
bienestar y la calidad de vida de las y los mexicanos y las mexicanas
Discutimos entonces, el futuro del país y el
proyecto de Nación al que aspiramos.
Señor Presidente:
Usted ha sostenido, que para este gobierno ha sido
fundamental el reconocimiento de la crisis humanitaria y de violación
sistemática de los derechos humanos que vive nuestro país, convencido de que
reconocer el problema es el primer paso para solucionarlo.
Recibimos un país marcado por una profunda herida y
por una grave descomposición del tejido social. Un país hundido en una crisis
de violencia que, además de cobrar más de 120 mil vidas, ha dejado a decenas de
familias desplazadas, 40 mil personas desaparecidas, mil 100 fosas
clandestinas, alrededor de 26 mil cuerpos sin identificar en servicios forenses
y millones de víctimas indirectas.
La exposición continua a fenómenos violentos afecta
a todas las mexicanas y a los mexicanos por igual, en particular el desarrollo
físico, emocional y social de las niñas, niños y adolescentes en México.
Más de la mitad de la población vive bajo la línea
de pobreza y millones de mexicanos no tienen atendidas sus necesidades básicas
de vivienda, salud, educación y acceso a una alimentación digna.
Las víctimas de delitos y violaciones a derechos
humanos han sido sistemáticamente dejadas en la sombra. Sin embargo, este
gobierno ha decidido revertir esta situación y colocar a las víctimas en el
centro de su atención y de sus acciones.
Revertir la crisis de derechos humanos y
garantizarlos de manera progresiva, con las víctimas y los grupos más
vulnerables y excluidos en el centro de la atención gubernamental, es nuestra
prioridad de este gobierno y a eso nos evocaremos.
Desde el día en que fue electo, usted ha sostenido
que el gobierno dará prioridad a la atención de las personas más pobres,
quienes han sido históricamente discriminadas y excluidas, por lo que, por el
bien de todas y todos ellos se ha decidido que, además de las políticas de
bienestar que ya están en marcha, uno de los ejes transversales del Plan
Nacional de Desarrollo 2019-2024 será
el de igualdad de género, inclusión y no discriminación.
Transversalizar el Plan Nacional de Desarrollo,
significa llevar la igualdad y la no discriminación, el combate a la corrupción
y la mejora de la gestión pública, así como el enfoque territorial y el
desarrollo sostenible al diseño y a la implementación de todas las
políticas del Gobierno federal.
La desigualdad, la exclusión y la pobreza se
expresan también como formas de violencia; y debemos enfrentarlas. Uno de cada
dos niños, niñas o adolescentes se encuentra en situación de pobreza y dos de
cada diez están en pobreza extrema, afectando en mayor medida a las niñas
y a las mujeres.
El gobierno está poniendo énfasis en la atención a
las necesidades básicas de las personas, garantizando, al menos, el mínimo
esencial en el ejercicio del derecho a la alimentación, vivienda, educación y
salud, como lo plantean lás 25 programas de bienestar o el Programa de
Jóvenes Construyendo el Futuro.
Es urgente cerrar las enormes brechas de
desigualdad que viven los grupos históricamente discriminados y excluidos del
país.
Cuando hablamos de brechas nos referimos, por
ejemplo, a que las mujeres hablantes de idiomas indígenas que viven en zonas
rurales, tienen una tasa de analfabetismo diez veces mayor que la del resto de
la población, o que ocho de cada diez hablantes de lengua indígena viven
en situación de pobreza. Esto se traduce en doble del promedio nacional.
Nos referimos a prácticas qué en las calles,
escuelas, clínicas, medios de comunicación y de transporte, entre muchos otros
espacios, se imponen obstáculos de todo tipo a las personas con discapacidad,
porque sus diseños no son accesibles.
Cuando hablamos de brechas de desigualdad, hablamos
de que las mujeres indígenas y afromexicanas que viven en zonas rurales,
cuentan con servicios de salud escasos, lejanos, de peor calidad, y sin
adaptaciones culturales mínimas.
Una de las más preocupantes expresiones de la
violencia es la sistemática exclusión que viven las niñas y mujeres, así como
la acentuada violencia intrafamiliar, laboral, comunitaria, institucional y
feminicida de la que son víctimas.
El 66% de las mujeres mayores de 15 años dicen
haber enfrentado al menos un episodio de violencia emocional, física,
económica, sexual o de discriminación a lo largo de su vida.
Por ello, habremos de poner especial atención a la
violencia particular que sufren las mujeres en zonas de conflicto. La violencia
sexual y la basada en género se expresan, por ejemplo, en la tortura sexual,
que sigue siendo una práctica recurrente en el país y ha de ser
erradicada.
Estas formas de violencias las viven de forma más severa
las mujeres indígenas, las mujeres privadas de su libertad, las migrantes, las
madres solteras, las mujeres con discapacidad, las lesbianas y transexuales,
las periodistas y las defensoras de los derechos humanos.
Las políticas de seguridad y los procesos de verdad
y justicia, pero también las políticas del Programa de Bienestar, atenderán la
forma específica de violencia que viven las mujeres, pero también deben fungir
de forma diferenciada dando prioridad a las mujeres más vulnerables.
Así, la prioridad de atender los derechos humanos
no se limita a la Subsecretaría a mi cargo: los derechos humanos deben
impregnar, de forma transversal, todas las acciones y políticas públicas de
este gobierno, tal y como se propone en el proyecto de Plan Nacional de
Desarrollo que hoy discutimos.
Sin embargo, para proteger y garantizar
adecuadamente los derechos humanos y revertir la crisis humanitaria en el país,
es fundamental que las políticas públicas se rijan bajo el principio de no
discriminación, de perspectiva de género y de inclusión,
promoviendo también la equidad de género, adaptándose a las necesidades e
identidades concretas de cada persona.
La perspectiva de género debe permear todas las
acciones del gobierno, reconociendo los diferentes tipos de violencia que
afectan a las mujeres y entenderlas como un problema social y estructural.
Asimismo, se debe impulsar por medio de políticas públicas en comunicación
y colaboración con comunidades y la sociedad civil, una transformación de los
estándares, roles y conductas patriarcales para promover, modelar y adoptar
normas sociales positivas que impulsen la equidad de género.
Para lograr que la no discriminación, la equidad de
género y la inclusión sean ejes transversales de las políticas de todo el
gobierno, es necesario, que la construcción del Plan Nacional de Desarrollo
retome estas perspectivas para que funjan como directrices en la
construcción de la paz en el país.
Por ello, desde los distintos ámbitos del gobierno
federal, se promoverá que las políticas públicas partan de diagnósticos serios,
nutriéndose de experiencias comparadas y de la colaboración de organismos
internacionales, la academia y organizaciones de la sociedad civil.
Es necesaria la coordinación entre las distintas
secretarías del gobierno federal y los distintos órdenes de gobierno, para
asegurarse que los derechos humanos, la no discriminación, la perspectiva de
género y la inclusión sean un eje transversal a lo largo del sexenio.
La Secretaría de Gobernación, en el marco de sus
facultades, colaborará con las distintas secretarías y dependencias para
alcanzar el objetivo primigenio planteado: alcanzar la paz y la reconciliación
entre todas y todos los mexicanos.
Señor presidente:
Usted ha sintetizado de manera clara esta nueva
visión del gobierno nacional, cuando ha señalado que la Secretaría de
Gobernación, se convertirá en los hechos en la Secretaría de los Derechos
Humanos.
Ello entraña una nueva visión en el ejercicio del
poder público, donde la Secretaría de Gobernación, sin desatender sus
responsabilidades en la conducción de la política interior del país, dejará de
ser un órgano para el control y para la persecución política y deberá
erigirse en una institución garante de derechos y libertades. Donde la razón de
Estado y el principio de autoridad serán remplazados por la salvaguarda del
interés nacional y el ejercicio pleno de los derechos humanos de todas y todos
mexicanos
En ello emprenderemos el mayor de nuestros
esfuerzos para retomar la planeación en u ñn instrumento que nos permita desarrollar
la cuarta transformación que está en marcha en nuestro país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario