Los escombros del PRD
Alejandro Encinas
Rodríguez
El Universal
15 de mayo de 2016
Solo quedan
escombros del partido que emergió de la insurgencia electoral de 1988, el que
impulsó cambios profundos en nuestra precaria democracia.
La imagen es elocuente.
Teniendo como trasfondo el Monumento a la Revolución Mexicana, misma a la que
contribuyeron a sepultar al suscribir el Pacto por México, se despliega un
escenario propio del realismo mágico de nuestro folclor nacional.
Bajo los arcos del
que fuera el proyecto porfiriano para establecer la Cámara de Diputados, ícono
del partidazo institucional y emblema del Partido Auténtico de la Revolución
Mexicana, cuyo recuerdo se ciñe a su fundación en 1954, cuando dio cabida a
militares nostálgicos de los cuartelazos y, posteriormente, en 1988, cuando el
partido paraestatal brindó su registro a la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas
tras la ruptura de la Corriente Democrática con el PRI, los perredistas
conmemoraron su 29 aniversario vitoreando al candidato y a dirigentes del
Partido Acción Nacional, el partido que surgió de la oposición de la derecha a
las mejores causas de la revolución de 1910 y del cardenismo del que emanó su
ideario político: la reforma agraria, la expropiación petrolera y la educación socialista.
A lo largo del
templete se extiende el aparato perredista acompañado de sus otrora
adversarios, entre otros, el heraldo de los video escándalos y de la guerra
sucia contra el perredismo, cuyas enseñanzas hoy son replicadas de manera
cínica en la campaña electoral por una partidocracia ávida en conservar sus
cotos y privilegios, y que, al igual que la extrema derecha centroamericana, ha
hecho de la calumnia, la violencia, el chantaje, el desvío de recursos públicos
y la compra de votos el signo de la nueva izquierda subordinada al poder.
El acarreo forzado
de los trabajadores al servicio del Gobierno de la Ciudad vuelve por sus
fueros, bajo la oferta de plazas para los trabajadores eventuales o la amenaza
de despidos. Está presente el ex jefe de Gobierno a la expectativa del fallo
del Tribunal Federal Electoral sobre la impugnación que sus aliados, quienes
promueven un gobierno de coalición, han interpuesto a su candidatura al Senado.
Destaca la ausencia
de sus fundadores, de la mayoría de los ex dirigentes nacionales y
exgobernadores, de los liderazgos y las ideas que en algún momento le dieron
identidad. El templete está colmado de intereses.
Solo quedan
escombros de lo que fue el partido que emergió de la insurgencia electoral de
1988, el que impulsó cambios profundos en nuestra precaria democracia.
El partido que
transformó el régimen político de la Ciudad de México y que fue objeto de
persecución y fraudes en la disputa de la Presidencia de la República se
incorpora a la marginalidad y se desmantela con el abandono de dirigentes y
militantes de sus las, ante el descrédito que representó su desdibujamiento
ideológico, la descomposición interna y la pérdida de su autonomía política.
Quedan atrás ideas y
principios, los cientos de militantes que perdieron la vida en defensa de un
proyecto de transformación nacional, que hoy son suplantados por una burocracia
sustentada en el dinero, los intereses y el clientelismo.
P.D. A Lorenzo
Córdova, quien arma que están garantizadas las condiciones para que el proceso
electoral se realice en paz. ¿Y los 94 homicidios cometidos a la fecha en el
marco del proceso electoral? ¿Eso es normalidad democrática?
Senador de la
República
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