Alejandro Encinas Rodríguez
08 de enero de 2018
El
país ha cambiado, el Gobierno dejará atrás la simulación y enfrentará la crisis
humanitaria y de derechos humanos que encara el país, garantizando a cada
habitante, a periodistas y defensores de DDHH, su libre ejercicio.
Disculpa pública a la periodista
Lydia María Cacho Ribeiro
Ciudad de México, 10 de enero
de 2019
Señora Secretaria
de Gobernación.
Señora Lydia María
Cacho Ribeiro.
Señor Canciller.
Señor Embajador de
México ante la ONU.
Señor Presidente
de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Señor
Representante de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los
Derechos Humanos.,
Representantes de
la Sociedad Civil y de la comunidad internacional.
Estimados
representantes de los medios de comunicación, periodistas y defensores de derechos
humanos
Amigas y amigos
todos:
El día de hoy nos encontramos en este acto
republicano de la mayor importancia para dar cumplimiento a la resolución del
Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas del día 31 de julio de
2018, respecto de las violación a los derechos humanos de la Ciudadana Lydia
María Cacho Ribeiro, derivados de los hechos ocurridos en diciembre de 2005 y a
raíz de su labor como periodista y defensora de los derechos humanos por parte
de distintas autoridades del Estado mexicano.
El Comité de Derechos Humanos de la Naciones
Unidas, señaló que se violaron los artículos 3, 7, 9 y 19 del Protocolo
Facultativo del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos,
violentando entre otros derechos humanos el de libertad de expresión, el
respeto a la integridad personal, el derecho a no ser sometida a tortura, así
como el de salud, acceso a la justicia y el derecho a una vida libre de
violencia.
El Comité calificó que los tratos a los que fue
sujeta por diversas autoridades del Estado mexicano, en el marco de su
detención fueron arbitrarios y tuvieron un objeto discriminatorio por razón de
género; señalando que el Estado no cumplió con sus obligaciones de
proveer de un recurso efectivo para investigar y sancionar a los culpables de
tales arbitrariedades.
Dicha responsabilidad, entraña la falta de debida
diligencia en el actuar de las autoridades de investigación del ministerio
público, al no realizar los actos necesarios y en el tiempo razonable para
garantizar que todas las personas implicadas en dichas violaciones a derechos
humanos, tanto particulares como autoridades administrativas y judiciales de
los distintos órdenes de gobierno, fueran procesadas y sancionadas de forma
adecuada y proporcional.
Por lo que determinó, que el Estado mexicano debe
proporcionar a la periodista un recurso efectivo y una compensación
adecuada, así como realizar una investigación, imparcial, pronta y exhaustiva
sobre los hechos denunciados.
Para el actual gobierno de México, la construcción
de un sistema democrático no puede lograrse sin una procuración de justicia
oportuna y ética, que sancione la comisión de violaciones a los derechos,
promueva y garantice su respeto y acabe con la impunidad.
El respeto y garantía de los derechos humanos son
la primicia fundamental de cualquier sociedad y Estado democrático. Cuando las
instituciones fallan en su papel para garantizar el ejercicio de los derechos,
están obligadas a reconocer su responsabilidad y reparar el daño causado, a fin
de garantizar la dignidad de las personas.
Por lo que hemos de asumir, como lo ha señalado el
Comité de Derechos Humanos de la ONU, que el Estado mexicano falló en su
responsabilidad de proteger los derechos de libertad de expresión, integridad
personal, el derecho a no ser sometida a tortura, a la no discriminación en
razón de género, libertad y seguridad personal, a la salud y acceso a la
justicia, en razón de la detención arbitraria, actos de tortura psicológica y
física, amenazas de muerte y violencia verbal y física, así como de los actos
de discriminación por razón de género a que fue expuesta, durante y después de
la detención originada en la denuncia por difamación como represalia ante la
publicación del libro “Los Demonios del Edén”, de la periodista Lydia María
Cacho Ribeiro.
Ciudadana Lydia María Cacho Ribeiro;
A nombre del Estado mexicano le ofrezco una
disculpa pública por la violación a sus derechos humanos en el marco del
ejercicio del derecho su derecho a la libertad de expresión.
Le ofrezco una disculpa por la detención arbitraria
a la que fue sometida por diversas autoridades del Estado mexicano, derivada de
la acusación de los delitos de difamación y calumnia, por parte de la
autoridad.
Por la utilización de la tortura como instrumento
de investigación, intimidación y castigo de que fue objeto por parte de
diversas agentes del Estado mexicano durante su detención, así como, por la
violencia y discriminación que sufrió en razón de su género durante este
proceso, y la impunidad y corrupción alentada por instituciones de los
diferentes órdenes de gobierno que le impidieron acceder de manera pronta,
imparcial y efectiva a su derecho a la verdad y a la justicia.
Comparto con usted la indignación, respecto al daño
generado de quienes debieron protegerla y no lo hicieron, por lo que
investigaremos a las autoridades y agentes del Estado, que por acción, colusión
u omisión, permitieron que sucedieran este tipo de actos y que no fueran
castigados.
El Estado mexicano hace el compromiso de
garantizarle la reparación integral de daño en que incurrieron las autoridades
mexicanas desde el 16 de diciembre de 2005, y a su vez, reiteramos el
compromiso de implementar las medidas de no repetición, para que los hechos que
violentaron sus derechos humanos, no vuelvan a sucederle a usted, ni a ninguna
otro u otra periodista ni persona defensora de derechos humanos en el país.
Para ello, cada una de las autoridades en el ámbito
de sus competencias, acataremos los resolutivos emitidos por el Comité de
Derechos Humanos de la ONU, para:
Realizar una investigación imparcial, pronta y
exhaustiva sobre los hechos denunciados.
Procesar, juzgar y castigar con penas adecuadas a
las personas halladas responsable de las violaciones cometidas.
Adoptar las medidas necesarias para evitar que se
cometan violaciones semejantes en el futuro, garantizando que todos los
periodistas y defensores de derechos humanos puedan ejercer su derecho a la
libertad de expresión en sus actividades
A velar por la protección de la libertad de
expresión, del ejercicio periodístico y del derecho a la información, en aras
de fomentar la participación ciudadana y fortalecer nuestra democracia.
A tomar las medidas necesarias índole para
garantizar a las mujeres el acceso a una vida libre de violencia, y de toda
forma de discriminación por género y tortura sexual.
Espero que este acto nos permita avanzar a la
construcción de una sociedad más democrática, en donde la libertad de expresión
alcance su justa dimensión, ya que sin ella es imposible que se desarrollen los
elementos para el fortalecimiento y respeto de los derechos humanos, condición
indispensable para consolidar una sociedad libre, justa, tolerante e
igualitaria, Asumimos la responsabilidad del Estado sobre hechos ocurridos hace
poco más de trece años. El país ha cambiado. El gobierno de México dejará atrás
la simulación y enfrentará de manera firme la crisis humanitaria y de los
derechos humanos que encara el país, para alcanzar la paz y la tranquilidad
entre los mexicanos, garantizando a todas y cada una de las personas que viven
o transitan por nuestro país, a los periodistas y defensores de derechos
humanos de este país, el ejercicio libre de sus derechos
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