Emergencia
sanitaria y migración
Alejandro Encinas Rodríguez
El Universal
24 de mayo, 2020
Los cambios registrados en la movilidad humana derivados
de la pandemia y de las medidas que se han implementado para enfrentarla, han
impactado en el ámbito migratorio con severas consecuencias en la economía
nacional y en el desarrollo de la región.
La caída en el registro de personas que ingresan a
territorio nacional durante los primeros cuatro meses del año da cuenta de la
magnitud de este impacto. Por ejemplo, durante el mes de enero ingresaron por
vía aérea a nuestro país, 2 millones 400 mil personas, para el mes de abril, la
cifra cayó a 54 mil 500 personas; en lo que respecta a los ingresos vía
marítima, la cifra pasó de 444 mil ingresos a 6 mil 800 personas en el mismo
periodo, en tanto que los ingresos a nivel terrestre, pasó de 430 mil a 50 mil
personas, tendencia que se mantiene de manera consistente a la baja durante el
mes de mayo.
Ello tiene que ver tanto por el cierre de fronteras en
once países de América Latina y el Caribe, entre éstos: Costa Rica, Cuba,
Haití, Honduras El Salvador; el cierre parcial en Guatemala, así como por la
cancelación de vuelos comerciales: United Airlines redujo sus vuelos en un 50
por ciento; Aeroméxico dejó en tierra una tercera parte de su flota aérea,
disminuyendo en 35 por ciento la red doméstica y en 50 por ciento la red
internacional; Interjet suspendió sus vuelos internacionales. La Asociación
Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha estimado que, para el mes de junio,
habrán sido cancelados 1.1 millones de vuelos a nivel mundial.
El fenómeno se replica en la migración irregular de
personas. Datos de la Agencia Customs and Border Protectión de los Estados
Unidos (CBP), dan cuenta de la caída en el número de detenciones en la frontera
sur de ese país, al pasar de 36 mil 600 en enero a 10 mil 400 al 16 de mayo. En
tanto que, en los 86 albergues para personas migrantes en nuestro país, se
registró una ocupación de 2 mil 588 personas en enero, mientras que, para el 21
de mayo, la ocupación fue de 336 personas.
Por otro lado, la emergencia sanitaria ha incrementado la
demanda de diversos instrumentos migratorios y de protección internacional, en
particular las solicitudes de refugio suman 88 mil 532 requerimientos; las
visas por razones humanitarias suman 36,519; las visas de visitante regional
alcanzan a 98 mil 154 personas; las correspondientes a trabajadores
fronterizos, 12 mil 194, y la atención a migrantes centroamericanos retornados
de Estados Unidos a más de 99 mil personas.
El desenlace de la emergencia sanitaria obligará a adoptar medidas
extraordinarias para atender un fenómeno migratorio ahora contenido por la
pandemia, pero el regreso a la nueva normalidad tras sus impactos negativos en
la economía mundial y de la región, detonarán mayores demandas y exigencias de
personas afectadas por el desempleo y la falta de oportunidades.
Desde un inicio, tras la suscripción del Pacto Mundial
para la Migración en Marrakech en diciembre de 2018, para garantizar una
migración ordenada, regulada y segura, el Gobierno de México ha insistido en
establecer un nuevo paradigma en la política migratoria a partir de reconocer
que México ha dejado de ser un país de tránsito y expulsión de personas
migrantes, para convertirse en un país de destino y retorno, por lo que el eje
de una nueva política migratoria debe ser la integración y el desarrollo de la
región, garantizando el ejercicio y respeto de los derechos humanos de las
personas migrantes.
(Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración)
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