Entrevista publicada en el Diario Milenio
El diputado Alejandro Encinas admite una regresión del perredismo en los comicios pasados, por lo que prevén formar un gran bloque no sólo entre los partidos con registro, sino con ciudadanos, personajes y organizaciones sociales
En alianza con el Partido del Trabajo y Convergencia, el PRD alista ya desde la Cámara de Diputados el lanzamiento de un gran frente electoral de izquierda para estar en condiciones de competir por la Presidencia de la República en 2012, reveló Alejandro Encinas, coordinador de la bancada perredista en San Lázaro.
En entrevista con MILENIO, el ex candidato a la presidencia nacional del PRD admitió la “regresión electoral” de su partido en los pasados comicios, con la pérdida del gobierno de 8 millones de mexicanos en sus principales administraciones municipales.
Encinas reafirmó la disposición perredista a construir un gran acuerdo nacional desde el Congreso de la Unión sobre dos temas fundamentales: el rediseño del modelo económico y el relanzamiento de la agenda de la transición a la democracia en el contexto de la reforma del Estado.
Existe un llamado reiterado del Ejecutivo federal a los acuerdos, ¿hasta dónde está dispuesto el PRD a suscribirlos?
Hay un doble discurso del gobierno federal. Por un lado, lanza una iniciativa de construir acuerdos sobre diez puntos, en los que a manera de enunciado difícilmente se puede tener diferencia. Nadie puede estar en contra de combatir la pobreza, pero es muy distinto un enunciado general a los hechos puntuales, porque bastaron tres días para que a través del paquete económico 2010 se diera cuenta uno que se sigue la misma lógica de aplicar las mismas recetas, que no sólo no han permitido la construcción de un acuerdo, sino que impiden resolver la crisis económica y la desigualdad social.
Estamos en la mejor disposición de construir un gran acuerdo nacional desde el Congreso en dos grandes temas: el rediseño del modelo económico seguido hasta ahora y retomar la agenda de la transición a la democracia y la reforma del Estado.
Éstos son los dos grandes ejes de discusión en donde podríamos nosotros estar en condiciones de avanzar en un gran acuerdo nacional, en el que no solamente participemos los partidos políticos y los funcionarios de los distintos órdenes de gobierno, sino que se convoque a un gran debate nacional, donde concurran representantes de todos los sectores de la sociedad.
Este debate nacional puede darse y debe establecer fechas perentorias, que no deben pasar de diciembre de 2010, porque si no construimos este acuerdo a partir de ahora y hasta finales de 2010, ya en el momento que se empaten las fechas electorales, difícilmente se va a poder construir.
Cuando usted subraya que un gran acuerdo nacional debe darse en el Congreso de la Unión, ¿desestima la capacidad de convocatoria del Ejecutivo Federal?
Pues más que desestimar, de lo que yo parto es que el Congreso es el espacio natural donde debe darse este debate y la construcción de este acuerdo, no solamente porque el Legislativo es la representación popular, sino porque ahí están todas las fuerzas políticas representadas, y creo que ahí hay condiciones para que se dé este gran debate, sin excluir a nadie.
Habría muchas limitaciones en un debate convocado por el Ejecutivo federal, porque esta no pueda ser una negociación bilateral entre los partidos y el Ejecutivo o entre el Congreso y el Ejecutivo.
Estamos en una sucesión adelantada como ha ocurrido desde hace dos sexenios. Ya todo mundo habla de 2012.
¿Cuál es la importancia que para las izquierdas va a representar el papel que ustedes hagan en la Cámara de Diputados?
La Cámara de Diputados tiene que convertirse en una plataforma que nos permita reconstruir no solamente la relación con nuestro electorado tradicional, sino también reconstruir nuestra presencia ante la opinión pública en general.
Hay tres pasos muy importantes para las izquierdas de cara a 2012. En primer lugar, hacer un trabajo legislativo que nos permita cohesión no solamente dentro del PRD, sino con todas las fuerzas progresistas dentro de la cámara para impulsar una plataforma común.
Un segundo paso va a ser el Congreso Nacional del PRD, donde va a ayudar mucho el nivel de cohesión y de unidad que mantengamos, porque lo que estamos haciendo es reconstruir una vida interna que estuvo profundamente deteriorada, y que nos mantuvo cerca de la ruptura.
El tercer paso, y también hay que verlo hacia 2012, es la forma en que participemos en las próximas elecciones locales, donde tenemos que reconstruir nuestra política de alianzas, principalmente con el PT y Convergencia, junto con otras expresiones regionales en cada entidad, porque eso es lo que nos va a ir abriendo paso a conformar no solamente una coalición electoral como la de 2006, sino un frente mucho más amplio para ir en condiciones de competir realmente en la elección presidencial de 2012.
Un gran frente electoral de las izquierdas hacia 2012, pero no solamente con partidos con registro, sino con muchos ciudadanos, personalidades y organizaciones sociales.
De otro modo, ¿estaría perdida de antemano la lucha frente a los otros dos grandes partidos?
Creo que hay que asumir que tuvimos una regresión electoral la izquierda el pasado 5 de julio, ya que el golpe más fuerte no fue la caída a 12 por ciento de la votación, o haber pasado de 127 a 71 diputados, el revés más importante fue la pérdida del gobierno de 8 millones de mexicanos, al haber perdido nuestros principales gobiernos municipales en el Estado de México, la zona metropolitana de Cuernavaca y, antes, en Guerrero.
Eso es lo que realmente tenemos como señal de alarma y por eso es muy importante asumir una actitud frentista en las próximas elecciones locales para recuperar nuestra presencia municipal, que es lo que nos ha permitido posicionar a la izquierda.
¿Puede ser su bancada un factor de unidad para conciliar a personajes como Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas?
Más que pensar en conciliar a dirigentes y líderes muy importantes del partido, lo que nosotros proponemos es reconciliar el trabajo legislativo con el movimiento social, independientemente de los liderazgos que son muy importantes.
Andrés Manuel seguirá siendo un factor determinante en la unificación de las izquierdas, pero no es una responsabilidad sólo de él. Eso lo tienen que empujar todos los liderazgos fuertes, los gobernadores del partido, el jefe de gobierno del DF, los dirigentes del partido, los legisladores federales y locales. Esto tiene qué entenderse como un esfuerzo colectivo, que no puede seguir quedando solamente en el peso o la fuerza que tengan los liderazgos fuertes dentro del partido.
Fernando Damián y Daniel Venegas
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