6 de julio de 2021
Falta fortalecer, tanto la agenda jurídica, como la transformación cultural en nuestra sociedad donde prevalecen actitudes homofóbicas y transfóbicas que se traducen en crímenes de odio.
La larga marcha del orgullo
Los avances obedecen al papel central que la sociedad civil ha
desempeñado en la lucha contra la discriminación en México
06/07/2021
Tras
las acciones desarrolladas durante el mes del orgullo LGBTTTIQ+, es buen
momento para reflexionar sobre los avances y retos que se enfrentan en materia
de igualdad y no discriminación por orientación sexual e identidad y expresión
de género en nuestro país.
Dentro
de los avances destacan la reforma al artículo primero constitucional que
prohíbe todo tipo de discriminación basada en la “preferencia sexual”; así como
la jurisprudencia emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en
2015, que establece que limitar el matrimonio a las uniones heterosexuales es
discriminatorio, ya que el fin de dicha institución no es la procreación y por
tanto las leyes estatales que limitan la unión matrimonial son
inconstitucionales. Desde entonces, 13 estados han reformado sus leyes y
códigos civiles (dos de ellos, Baja California y Sinaloa, en 2021), sumando 16
estados que reconocen el derecho al matrimonio igualitario.
Por
otro lado, las acciones afirmativas han rendido frutos en el ámbito electoral a
pesar de la resistencia de algunos partidos y de campañas estigmatizantes,
olvidando que la no discriminación y la inclusión son derechos humanos
fundamentales. En el marco del proceso recientemente celebrado, en el que
fueron elegidos más de 20 mil 435 cargos de elección popular, la representación
de la comunidad LGBTTTIQ+ registró el 1.95 por ciento del total de las
candidaturas. Por primera vez, se registraron 44 candidaturas de personas de la
comunidad LGBTTTIQ+ para la Cámara de Diputados, dentro de las cuales se logró
la histórica elección de dos mujeres transgénero, lo que permite que la
representación de la causa de los derechos de la diversidad sexual y de género
tomen importantes espacios de representación política, como la presidencia
municipal en Nezahualcoyotl, que permitirán que la agenda de derechos se
fortalezca.
Hay
que reconocer que estos avances obedecen al papel central que la sociedad civil
ha desempeñado en la lucha contra la discriminación en México. La comunidad ha
logrado posicionar el tema en la agenda pública, impulsar la visibilización de
las diversidades y transformar la realidad social y jurídica, a pesar de la
oposición conservadora.
Falta
aún camino por recorrer. Actualmente las personas lesbianas, gay, bisexuales,
trans, intersexuales, no binarias y otras identidades, siguen enfrentando
obstáculos en el ejercicio de sus derechos. Ello obedece a problemas
estructurales que fomentan la discriminación debido a estereotipos asociados a
la orientación e identidad y expresión sexual y de género, lo que naturaliza el
trato discriminatorio tanto en el ámbito privado como público.
Por
ejemplo: la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017, señala que un tercio
de la población no rentaría una habitación en su vivienda a una persona de la
diversidad. De la misma manera, la Encuesta sobre Discriminación por Motivos de
Orientación Sexual e Identidad de Género 2018, arroja que una de cada cuatro
personas declaró que en los 12 meses anteriores le habían negado cuando menos
un derecho: en el empleo, la justicia, la educación, la salud o en su derecho a
estar en el espacio público
La
semana pasada, el Inegi y el Conapred dieron a conocer los resultados de la
prueba piloto para el levantamiento de la Encuesta Nacional sobre Diversidad
Sexual y de Género, que se realizará el segundo semestre de 2021. Este es un
paso importante, ya que la ausencia de estadísticas precisas que visibilicen
las realidades de la diversidad, sus condiciones de vida y la discriminación
que enfrentan, será la base del diseño e implementación de la política pública
contra la discriminación y permitirá profundizar la labor para consolidar un
México más igualitario, donde se reconozcan y amplíen los derechos de las
personas LGBTTTIQ+.
Falta
además, fortalecer tanto la agenda jurídica como la transformación cultural en
nuestra sociedad, donde prevalecen actitudes homofóbicas y transfóbicas que se
traducen, incluso, en crímenes de odio, para que ninguna condición o
circunstancia dé pauta a un acto de discriminación, a una vulneración a la vida
e integridad personal.
Subsecretario de Derechos, Humanos,
Población y Migración.
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