Discriminación vergonzante
Alejandro Encinas
Rodríguez
El Universal
28 de Mayo de 2019
Bajo el patriotismo que envuelve las fiestas patrias, o del que surge al
ponerse “la verde”, con la ilusión futbolera, donde abundan aficionados
dispuestos a inmolarse envueltos en la bandera nacional; del orgullo de ser
mexicano y de nuestras culturas, en mucho reducidas a folclore, se cobija, de
manera vergonzante, una profunda veta de racismo y discriminación en amplios
sectores de nuestra población.
La Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis), da
cuenta del panorama nacional, con el que es posible identificar el vínculo
intrínseco entre discriminación, desigualdad y negación de derechos para los
grupos discriminados en nuestro país.
Para la Enadis, en el México del siglo XXI tener tonos de
piel más oscuros predispone socialmente a que las personas ocupen las
posiciones de menor calificación en el trabajo. Las personas blancas son más
propensas a tener empleos con mayor remuneración económica y tienen mejor
acogida en las esferas económicas y laborales, mientras que las personas con
discapacidad y las personas hablantes de lenguas indígenas registran las tasas
más altas de analfabetismo. De cada 100 mujeres hablantes de lengua indígena
solo tres cursan estudios superiores.
La nuestra es una sociedad profundamente discriminatoria
y la pertenencia a ciertos grupos equivale a una vida en desventaja desde el
origen. Somos una sociedad fragmentada en grupos dispares, donde la presencia y
persistencia de la discriminación se asocia a elementos de orden simbólico,
cultural e histórico. Por ejempo, en México, seis de cada diez personas mayores
de 18 años consideran que la mayoría de las y los jóvenes son irresponsables
(60.3%), casi la mitad piensa que mientras más religiones se permitan en el
país, habrá más conflictos sociales (44.7%), cuatro de cada diez coincide con
que los pobres se esfuerzan poco por salir de su pobreza (39.1%), una de cada
tres personas piensa que convivir con personas con sida o vih es un riesgo
(35.2%). Una proporción similar opina que la pobreza de las personas indígenas
se debe a su cultura (34.1%) y una, de cada cuatro personas, considera que las
personas con discapacidad son de poca ayuda en el trabajo (24.5%).
Cerca de 15% de la población está de acuerdo con que
algunas mujeres son violadas porque provocan a los hombres. Opinión que
comparte el 12.3% de las mujeres encuestadas.
Resultados similares muestra la Encuesta sobre
Discriminación por motivos de Orientación Sexual e identidad de Género, donde
una de cada cuatro personas reportó rechazo por parte de su padre y madre,
porcentaje mayor cuando se trata de la identidad de género (39.4% para el padre
y 38.9% para la madre).
En la sociedad mexicana existe un ambiente de discriminación,
hostilidad, acoso y violencia en contra de las personas con una orientación
sexual y/o identidad de género no normativas: 86.4% de las personas encuestadas
considera que en México se respetan los derechos de las personas de la
diversidad sexual y de género.
Estas actitudes discriminatorias y racistas hoy se expresan en una
violencia xenofóbica contra grupos de personas migrantes, que huyendo de la
miseria o de la violencia en su país arriban a México.
Reconocer y cobrar
conciencia de esta veta discriminatoria, tolerada de manera vergonzante en
nuestra sociedad, es condición indispensable para dar un paso firme hacia la
construcción de un país incluyente. (Subsecretario de Derechos Humanos,
Población y Migración)